As-Salaam alei-kum (La paz esté contigo)
Según el sociólogo
Zingmunt Bauman, la producción de “residuos humanos”, concretamente las
poblaciones “superfluas” de “emigrantes”, “refugiados”, “desocupados” y demás
“parias” de un mundo global complejo, es una consecuencia inevitable de la
modernización y su impiadoso sistema económico.
Sabidas son las
“inquietudes”, fundamentalmente de los países del primer mundo acerca del
“problema de los inmigrantes” y de aquellos que piden “asilo”, así como la
importancia creciente del papel que desempeñan los poco creíbles, aunque
mediáticos “temores” relativos a la “seguridad” en la agenda política
contemporánea en dichos países.
Afortunadamente la Argentina de hoy es una
excepción, “Un país abierto a la inmigración”, con flexibles y renovadas leyes
sobre la cuestión migratoria e inclusión en un sentido íntegro de aquellos que
por diversos motivos quieren radicarse en el suelo argentino.
Sin embargo, con
leyes terrenales no siempre parece alcanzar, y así lo demuestra el relato del
Sultán Khan en una entrevista concedida a los chicos de “Nomades”.
Khan, es uno de los
tantos parias globales descrito por Bauman. Un ciudadano afgano, de profesión
médico, que huye de la miseria y de la guerra en el medio oriente. Un hombre
que deambula por el mundo asimilando
lugares, culturas e idiomas, difundiendo una palabra clara, precisa, de
contenido simple aunque universal “Ser solidario para con el
prójimo”, sin más. Su historia recuerda a la del Ulises Homérico puesto al
revés.
Si el poema épico de
Ulises, muestra el itinerario del desarrollo del sí mismo -prototipo del
individuo burgués- a través del mito con el corolario de una razón triunfante; Khan se servirá del
mito a través del Islam para sobrevivir hasta el fin de sus días, y quién sabe,
hasta que acabe el mundo.
Las aventuras que
Ulises son en su totalidad peligrosas “tentaciones” que tienden a desviar al sí mismo de la senda de su cómoda
órbita. La “astucia de la razón” y el larvado “cálculo burgués”, se
interpondrán finalmente a la evidencia del fin de su propia supervivencia, y
harán de medios facilitadores de retorno a su patria y a la “propiedad” junto a
Penélope y demás posesiones de su reino.
Para Khan las cosas
no funcionan así, su mundo estará siempre ordenado divinamente. Será “justo e
injusto” a la ves, con “buenos y malos hombres”, dice. Y ahí no hay discusión
más allá de la palabra santa. Dios sabe por que lo hace, recordará siempre.
Su condición de
refugiado y sin techo en la
Argentina no le impedirán “hacer el bien” ayudando a los más
necesitados, como ruega el Islam.
“Las
caridades son para los pobres, los menesterosos, para los nuevos en la fe, para
la liberación de esclavos, los insolventes, para la causa de Dios y para el
viajero en dificultad” (9:60).
Para este credo la “caridad”
tiene un significado distinto al pensamiento occidental utilitario. Obedece a
una “justicia distributiva” (se adelanta con ello a ciertas doctrinas
igualitarias de la modernidad) desde “los que más tienen, hacia los que menos
tienen”. Y este acto es un “deber”. Para ello prescribió el Islam el “Zakat”
a los ricos, como un “derecho obligatorio” para los pobres.
No es casualidad que
Khan haya decidido emigrar. El Islam también aconseja la posibilidad de migrar
hacia otro país en caso de necesidades materiales. “Recorred
la tierra por todos sus ámbitos y comed de su sustento, pues a El será el
retorno” (67:15).
Este imaginario
social, explican también su accionar en una fundación sin fines de lucro, su
inclusión en el Hogar Monteagudo y su deseo de crear una institución solidaria
para la ayuda de las personas sin hogar. El profeta Muhammad ya lo había dicho
antes: "No es de los nuestros quien pernocta satisfecho y sabe que
su vecino esta hambriento" (62:09).
Para finalizar este
breve comentario tal ves sea menester preguntarle a Khan -parafraseando una
estrofa de un tango escrita por el genial Discepolo- ¿Dónde
estaba Dios cuando te fuiste?. La respuesta para este Ulises invertido cae de
maduro. “Esta aquí, y en todos lados”. La verdad de este enunciado quedará una
ves más a juicio del lector.
Payaso
Pirinola
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