miércoles, 1 de mayo de 2013

Nómades Kids 3: Ministerio de Desarrollo Animal



En este artículo se mostrará, a partir de la utilización didáctica de una analogía del mundo animal, la interacción entre la política  animal del BAP y el desamparado instinto libertino de la calle.



1-     En el día del canino trabajador, un asistente social perruno se encuentra descansando en los pasillos del Rawson (centro operativo BAP) para intervenir en la calle y asi enfrentar con más energía la miseria del mundo animal.

2-     Mientras tanto en los frondosos parques del Rawson (hectáreas codiciadas por los inescrupulosos negocios inmobiliarios del macrismo), unos gatitos necesitados han sido abanadonados por algún humano desalmado.


3-     A fuera de los límites ex Hospital Rawson (del que antes era un prestigioso hospital escuela y ahora es un depósito de parásitos de la gestión macrista y el grupo de choque de Sutegba),

 unos perros de la calle exhiben el acto sexual descaradamente atentando contra las buenas costumbres de la normalidad animal. Un vecino camaleón pita el silbado y convoca a los canes adiestrados.

4-     El asistente social perruno escucha el silbato y teniendo en cuenta el dicho que dice: “en casa de herrero cuchillo de palo” deja los gatitos agonizantes a su suerte en los frondosos y reevaluados parques del Rawson y se alista para limpiar la calle de la inmoralidad perruna.

5-     Se acerca para llenar un informe social y reestablecer el orden como buen asistente social perruno.

6-     Los perros de la calle lo echan al grito de: "salí de acá perro viejo", para seguir con su acto libertino y dejan dibujado al asistente social perruno.

7-     Mientras tanto, los gatitos mórbidos se despiertan porque que tienen hambre y reclaman en el Ministerio de Desarrollo Animal, lugar donde habían sido abandonados.

8-     El asistente social perruno, al escuchar el reclamo de los gatitos desamparados y sumada la impotencia que le produjo el haber sido dibujado por unos pulgosos perros en situación de calle, se recuesta en los pasillos del Rawson, centro de operaciones BAP, para recargar la energía necesaria para los siguientes 364 días que le restan de un año repleto de trabajo animal.

                                                                
                                               Fin


                                                                      El Rufián

















lunes, 1 de abril de 2013

Encrucijada (Por el Rufián)

Segunda serie Nómades:

1.
El gordo Pipino Firpo

            El gallo Confucio cantó a las cuatro de la mañana, estaba confundido con el cambio del horario ya que lo habían comprado en Ushuaia, hacía cualquiera, por algo le había puesto ese nombre. Encima el loro Abelardo lo secundaba a puro cacareo. La puta que los parió, qué carajo les pasa?. Que cante desafinado todo bien, pero una hora antes?. El gordo Firpo estaba cansado. Esa noche se había quedado ensayando un tema nuevo, había estado inspirado con la guitarra criolla, por eso aguantó bastante, además que se ayudó con alguna que otra línea creadora. El gordo abrió un ojo y le pareció que los animales lo burlaban. Agarró un zapato y se los arrojó. El calzado traspasó el ventanal. Cayó nueve pisos junto a los pedazos de vidrio. Cuando se asomó escuchó la puteada de un tachero que, desde la altura, se veía enfurecido como una hormiga en un día nublado cuando se le saca la hoja que lleva en el lomo.
            Todavía faltaban cinco horas para presentarse al trabajo pero no podría dormir porque Confucio no pararía de cacarear junto a la buena imitación del loro Abelardo, que además, levantaba sus plumas y caminaba con pasos cortos de un lado al otro de la sala. Se la agarraba con Baquito, el gato que Pipino Firpo había encontrado el día anterior en la calle. Con Dante y Demócrito sumaban cuatro en la pandilla gatuna, no olvidándonos de Casper el perro negro y violador de gatos que había domesticado hacía dos años, en realidad el gordo Firpo se lo había afanado a un mendigo del barrio de San Cristóbal cuando este se había quedado inconciente después de chuparse cinco tetras de tinto en el desayuno. El gordo lo arrastró hasta la guardia del Hospital Ramos Mejía y lo tiró en la vereda cuando miró hacia el perrito Casper, le pareció más fácil llevárselo que dejarlo, ya tenía nombre y había un tema menos en qué pensar.
            El gordo Pipino puso la pava y vio la pecera quebrada, quién carajo fue?, y golpeó la mesa, toda la pandilla miró hacia el suelo doblando las orejitas. Porque ahora en libertad, los hamsters estarían haciendo sus cuevas por todos los rincones y quién sabe si se apareaban con las ratas que tenían la entrada al monoambiente detrás de la heladera. Abrió el armario y ahí estaba Apolo enroscada en un palo de escoba, la boa se estaba comiendo a uno de los roedores.
            El gordo corrió el sillón y se cayeron dos sillas con una torre de ropa. Pero dónde carajo estaba Cosmo? Levantó un almohadón y debajo estaba el control remoto. Encendió la tele que hizo un chispazo. Voló una polilla que se estacionó en el techo. La miró de reojo porque su aleteo era peligrosamente zigzagueante. La escupió y al errarle el gargajo verde pegó en el espejo. Se miró y estaba barbudo y ojeroso. Pensó en la llegada al trabajo y sonrió.
            Abrió la puerta y asomó la cabeza por el largo pasillo de la pensión. Todo estaba calmo. Salió sigiloso y agarró el diario del vecino. Fue directo hacia la pava y cargó el mate de yerba. Se sentó arriba de los lentes y sintió el crac. Leyó el titular: “Insólito. 10 de diciembre del año 2013. En el día del Trabajador Social un asistente social muere de paro cardíaco al ser asustado por un mendigo que parecía muerto”. Ja, ja, sorbió y escuchó el crujido del mate. Dio vuelta la página y se quedó mirando el culo de la señorita de la contratapa. Dejó el diario en la mesa y le dio un beso, luego otro, apoyó la cabeza…

                                                                                                                      to be continued...




2. Del trabajo a la casa y de la casa al trabajo



            El gordo Firpo se despertó con los lamidos del negro Casper. La lengua era áspera. Le pegó en el hocico para que saliera rápido y no le contagiara la sarna. Miró la hora y eran las once y media, uy la puta madre, ¡me dormí!, se miró al espejo como si fuera un nuevo día y la barba ahora nacía desde la papada. Se rascó el tímpano y el dedo se le embadurnó de cera. Se calzó un pantalón con parches en las rodillas y el culo, luego buscó la camisa a cuadros deshilachada en los extremos. Descolgó el sombrero y lo sopló. Tosió del polvo que se levantó. Agarró un cable y se lo pasó de cinto. No podía llegar tarde otra vez al trabajo. Corrió hacia la salida. Sonó el teléfono y no atendió porque seguro sería su jefe, lo despedirían. Descendió las escaleras trastabillando. Estaba obeso y el sudor se levantaba ni bien movía las axilas.
            Ey señor Firpo, sabía que lo encontraría, venga que le quiero comentar algo, venga… vení, ¡vení para acá gordo garca que tenés que pagar el mes!. Pero Pipino Firpo pasó ignorando al viejo encargado y sin mirar hacia atrás dijo: “Andá a cagar ¡Arturo sorete duro!” y empujó a la gente de la vereda que se interponía en su camino. El gordo se perdió en la multitud.
            Corrió hacia la peatonal de la calle Florida. Miró a los costados y suspiró, su jefe no estaba ahí para retarlo por el retraso. Sintió alivio. Se tiró al piso y sacó un tarrito que ubicó en el suelo, luego levantó la mano. A los pocos minutos una moneda cayó en su palma. Cerró el puño y apretó con fuerza.


3. Que no pare la música



            El gordo Firpo se despertó con fuertes palpitaciones en el pecho. Agarró una colilla y la encendió. La peatonal estaba vacía al igual que su estómago, de fondo se escuchaban los colectivos que pasaban por la 9 de Julio y el resonar de su estómago que no paraba de crujir. Miró al costado y le habían dejado una bolsa con pan. Pitó fuerte y agarró uno de los panes que mordió con fuerza. Se los devoró a todos junto inclusive con la bolsa. Estaba saciado. Caminó arrastrando los pies hasta la pensión. Intentó tararear la canción que había compuesto la noche anterior pero no se acordaba. Pensaba que si valía la pena se la hubiera acordado enseguida. Subió los escalones en puntas de pie y descolgó el cartel que decía: “ÚLTIMO AVISO PARA EL SEÑOR PIPINO FIRPO: CHE DOGOR NO TE HAGAS EL DOLOBU Y PAGÁ EL MES QUE VAS A IR SOPRE”. Sacó el cartel y entró al departamento. Dio vuelta la llave y suspiró. Este viejo conchudo me las va a pagar.
            Todos los animales lo miraban. Habían destrozado el sillón y los almohadones. Acarició a Dante, nos vemos en el infierno!, y lo tiró adentro del armario, Apolo necesitaba un sacrificio. Baco y Demócrito estaban dormiditos y ronroneando. Sonrió cuando vio la pelusa marroncita de uno de los hamsters en el piso. El loro Abelardo cantaba la canción que había compuesto la noche anterior, ahora sí el mundo tenía sentido!. Al gallo Confucio le faltaba un ala y ya no cacareaba. El negro Casper movía la cola con sangre en la boca. Todo en orden. Sorbió el mate frío y se sirvió otro forzado tereré. Miró el reloj y se sentó a esperar. Pero dónde carajo estaba su preferido Cosmo?
            Empezó a chistar llamando a su mascota y mirando al suelo. Salió de la pensión a buscarlo, enfiló para el lado de Plaza de Mayo y se perdió en la noche. Estaba fresco.
             Levantó la cabeza y vió un cruce de avenidas, qué es el Cid Campeador?, la bruma no lo dejaba ver bien. A lo lejos, una señora sentada en un banco. Era su abuela leyendo un libro de cocina. Abuela! Qué corno hace acá? se va a mojar toda con este vapor?, ¿vapor? ja ja… eso es lo más importante para una buena dieta pero vos no lo entenderías porque siempre has sido un gordo ignorante, el racionalismo ha llevado a la filosofía hacia el infierno, lo que resta de esta vida apestosa es la condena de un nihilismo absoluto. Firpo se paralizó y cuando quiso avanzar se tropezó cayendo al suelo. Estiró la mano que sobresalía de la bruma. Cuando levantó la cabeza solo vió el banco con un libro de cocina. Leyó: “A todo vapor, dígale no a lo frito”. Agarró el libro junto al banco que cargó en su hombro. Retomó el camino inverso pero dudó si debía caminar por la avenida Gaona o por Díaz Vélez. La encrucijada le agitaba el pecho. Cerró los ojos y avanzó perdiéndose en la oscuridad.
            Entró a la pensión y dejó abierto porque no encontraba la llave. Miró para la cocina, luego para la cama y detrás de la heladera pero ya no quedaban animales, solo una boa agonizando del atracón que se había pegado. Detrás del vidrio roto apareció el contorno de Cosmo (Cosmo: animal imaginario que se caracteriza por tener piel de lagarto (boa), recubierto de pelusa de hamster, patas de perro, cola de oveja, bigotes de gato y plumas de loro en la cabeza. Los ojos son propios de Cosmo. Pero lo más importante es que es muy buen conversador.)


4. El sindicato de los garcas que no pide aumento y el sindicato de los asistentes sociales de los profesionales que pide aumento



 (Más precisamente llamados asistentes sociales por su colaboracionismo práctico a los políticos del Opus Dei. Inofensivos a la hora de criticar y con una vocación profesional desmedida para hacer el bien. Además cabe indicar el rescate del nombre “profesionales” estaba patentado por las prostitutas del barrio de Constitución.)

            Sonó el teléfono. El himno de la alegría retumbaba en todo el monoambiente con la distorsión de “Violadores”. Firpo corrió y levantó el tubo, era Elvio Pilato (el gordo siempre se lo confundía con Adolfo, hasta sospechaba que era la misma persona pero que, cambiando el tono de voz, confundía al gordo tirándose la pelota para ver quien le pagaba.) Ey gordo muy bien!, te despachaste a varios del gremio zurdo, pero me vas a pagar de una vez? Ah… en primer lugar no me llamo gordo, me llamo Pipino!. Pero claro, ahora tenés que fletar a las guachas de las asistentes sociales que reclaman ser llamadas trabajadoras sociales, te explico: el sindicato de los garcas está preocupado por el pedido de cambio de categoría de los asistentes sociales, porque estas dóciles quieren que se les cambie el nombre de asistentes social a trabajadoras social y que les paguen más. Sí, dijo el gordo, todo bien, pero me vas a pagar que tengo que ponerme al día con la pensión?, pero claro gordo! cómo no te lo dijo Adolfo? Andá al cruce de avenidas de Cid Campeador que ahí va a estar el diablo Tombo, él es que tiene la guita, pero antes tenés que despachar a toda la lista de asistentes sociales que te voy a pasar ahora, después te llevás toda la tarasca junta.
            Al día siguiente, el gordo Firpo fue asustando a una por una a las líderes de las asistentes sociales y cumpliendo con la lista que le había pasado Elvio. Asustar a las asistentes sociales era una tarea que disfrutaba muchísimo, hasta lo hubiera hecho gratis. A la tarde fue para el cruce del Cid Campeador. Pero para dónde carajo iban tantas avenidas juntas? De lejos vio al diablo Tombo apoyado en el tronco de un árbol justo en centro de la plazoleta del cruce de caminos. A medida que el gordo se acercaba la bruma crecía.
            Pero cuando llegó la que estaba apoyada en el árbol era su abuela. Gordo inservible qué hiciste con mi banco y con mi libro, si ni siquiera sabés leer ignorante!, hola abuela vengo a cobrar. Pero las cosas no son así, vos tenés que hacer las cosas bien nietito, alimentarte correctamente ¿llevás documentos? Tomá este sanguchito de milanesa. El gordo lo agarró y se lo llevó a su boca una y otra vez hasta morderse un dedo. Cuando la bruma aumentó el diablo Tombo con cara de abuela desapareció. El gordo Firpo caminó por la Avenida Gaona siguiendo su marcha y tratando de recordar la melodía, no había caso, ahora sí se la había olvidado y el loro Abelardo ya no estaba en este mundo para recordar lo que seguramente hubiera sido un corte de difusión.


5. ¿Es lo mismo la xenofobia del verdulero que la de un psicólogo de la asistencia social municipal? No, estamos perdidos.



            El gordo Firpo volvió a la pensión en puntitas de pie y cuando llegó a su habitación estaba bloqueada. ¡Cosmo!, el pobrecito había quedado adentro. El gordo fue enfurecido a la recepción, lo agarraría del cogote al viejo Arturo. Cuando llegó a la puerta leyó el cartel: DOGOR FLETÁ DE ACÁ PORQUE LLAMO A LA NACA. Qué podía hacer?, ir al cruce a pedir algo de dinero para pagar la pensión y que su abuela con cabeza de diablo Tombo lo cague a pedos?. Caminó por una avenida sin nombre hasta llegar al cruce de Cid Campeador. Cosmo! Lo vio en la copa de un árbol y le gritó haciendo señas para que se acercara pero el animalejo lo seguía saltando en la altura de árbol en árbol.
            Cuando llegó al cruce de Cid Campeador estaba el diablo Tombo con el rostro de la abuela y comenzó el sermón: la asistencia social la creó Dios a través de la CIA para controlar, la idea es mantener dócil al pobre. Luego le señaló hacia un costado y cuando el gordo Firpo retornó para preguntarle sobre Dios vio que junto al sanguchito de milanesa había un celular que sonaba. El gordo lo atiendió y se escuchó la voz de Adolfo:
            Hay que investigar al palomero que vive debajo del puente de la calle Combate de los pozos, hay peligro inminente de que las palomas caguen en la cabeza de nuestros honorables políticos corruptos, son lo que tenemos y hay que cuidarlos. Hay muy buena paga, después hablaremos de esto y cerraremos detalles. Si realmente hay palomas no dudes en despachar a ese siniestro personaje a la noche, aprovechá cuando se levanta esa bruma impúdica. Cortó.
            Estaba oscureciendo y el gordo agarró una de las avenidas del cruce de Cid Campeador y en menos de dos minutos llegó al sitio donde debía ajusticiar al subersivo. Lo observó a unos cincuenta metros y desenfundó su faca, a los vagabundo no alcanzaba con asustarlos como a los asistentes sociales. Se acercó y vio cómo el hombre le daba pan rayado y acariciaba a una de sus palomas. El gordo Firpo se acordó de la buena onda del loro Abelardo, cuando le recordaba las canciones olvidadas y cuando lo acompañaba imitando alguna batería o si le salía algún bajo armónico. El gordo guardó la faca y se hechó a andar. Ya era de noche y tenía sueño se tiró debajo del asiento de una plazoleta cercana.


6. Milanesa a la napolitana, un híbrido que no se condice con la Italia real


 (Italia: Constructo artificioso donde la idea de Nación sirve para meter en la misma bolsa la gente de buen vivir del norte con los terrones mal vivientes del sur.)

− Papi, no me comprás un sanguchito de milanesa. −dijo el gordo Firpo desde el suelo.
−Aunque no tengo un sanguche de milanesa vengo a ayudarte, soy un psicólogo social que trabaja en la municipalidad.
−Bueno te felicito, pero si no me traes un sanguchito de milanga volá de acá que no estoy de humor y no quiero hablar con nadie.
            El psicólogo social se retiró y volvió a la media hora con un sanguche de milanesa cortado a la mitad. Ambos se pusieron a comer el sanguchito de milanga. Pero qué sos? Psicólogo?, no, trabajador social?, no. Entonces qué carajo sos? Un híbrido?, No, te explico. Somos los que trabajamos con la resaca que los psicoanalistas no aceptan porque no tienen para pagar la terapia. Bueno terminé el sanguchito, todo muy lindo pero volá que vos no me podés ayudar a las ganas que tengo de dormir. Pero porqué no te vas a cagar negro de mierda, gordo resentido. Y el psicólogo social desapareció entre los cartones, refunfuñando.
            El gordo durmió hasta la noche y cuando se despertó hacía frío. Se levantó y caminó sin rumbo. Se vio en una vidriera como en poco tiempo adelgazaba y de gordo mofletudo se convertía en un gordo con piel de sábana. Se volvió a tirar pero ahora en una plazoleta de la 9 de julio.
            Estacionó la camioneta de la asistencia social municipal junto con un patruyero. Ahí está el negro de mierda. El policía se adelantó al psicólogo social y le dijo al gordo Firpo que lo iban a meter preso por ocupación ilícita del espacio público. El psicólogo social levantó la mano pidiendo la palabra y comienzó a hablar: yo estudié cinco materias para psiquiatra y tenemos para usted un lugar que lo va a maravillar, es una suit ubicada en los codiciados parques del Borda Buenos Aires hostel. El gordo se levantó pegándole un facazo en la cara del cana y una trompada al operador social-psiquiatra-psicólogo social, el policía apuntó al gordo pero cuando iba a disparar Cosmo saltó hacia la mano del oficial haciendo que la pistola cayera al piso, luego el gordo Firpo y Cosmo se perdieron entre los autos dirección Puerto Madero. Este negro de mierda me cortó la cara abría que matarlo para hacerle un bien a la humanidad, dijo el policía, y si, te entiendo pero tal vez a los locos peligrosos más bien abría que encerrarlos por el bien de la ciudadanía, dijo el psicólogo social-psiquiatra-operador social frunciendo el seño y mirando la inmensa cara de Eva Perón del edificio de la Acción Social de la avenida 9 de julio.


7. Del paleolitico al neo-neolítico (Estadío propuesto por un historiador que se dedica para ganarse la vida a la futurología urbana).



            Ahí estaba Bordolino revolviendo la olla preocupado porque el vino bajaba cada vez que le daba la espalda a la cajita. Albino tenía su tetra de vino blanco (Por este motivo aprovechaban humorísticamente el homófono “al vino blanco” para burlarse de él), tranquilo y en silencio mirando a la ranchada. Paco hablaba con el Pinche Porfirio (Colombiano del que todos pensaban que era mexicano), Tomé traía ramas y colillas fumables. El rata hacía el fuego con cinco más de los cuales no se sabía el nombre. El gordo Firpo y Cosmo se ubicaron en un costado del campamento. Qué pasa gato?, dijo Paquito, el gordo atinó a responder: no, no es un gato, estamos acá con… (El gordo Firpo omitió hablar de Cosmo porque pensó que entenderían lo que no se veía, que no entenderían el pensamiento abstracto). Qué sos Cobani?, Ah no, soy Pipino. Bueno quedate piola, que estamos con varios jedes acá, tomate una pajarito piola. En eso llegaró la banda de los Asistentes: Marciano, también conocido como el trosko loco, además del Maku, Marino, Marlon y Merlino, aunque estos últimos de extracción más liberal, todos venían de una clase complicada: eran marxista-leninista-troskista-guevaristas, conocidos del club de polo de Belgrano R, autoproclamados el equipo de Liberación Asistencialista, nombre votado en asamblea de los nobles del polo (Además estaban Norman y Justin que los llevaban a las reuniones por ser dos faseritos buena onda).
            El equipo de Liberación Asistencialista venía de perder un encuentro futbolístico con el partido de los neo-nazi. Estaban calientes porque no solo habían perdido en match sino que también se habían comido varias patadas y cadenasos. Querían ganarle a alguien y eligieron a la ranchada más dispersa y hecha mierda, la de Plaza Lavalle, Tribunales.
            El encuentro se armó rápidamente usando como arco la olla del cocinero Bordolino. A este lo aprovecharon de arquero que revolvía con la misma rama con la que pinchaba a Maku, el goleador del equipo de Liberación Asistencialista. Del otro lado del campo un puesto de diario oficiaba de arco contrario. La pelota era una Tango del mundial 78, obsequio de el ex ministro de economía el brujo Matínez de Hoz a su sobrino el brujito Merlino, el que siempre hacía mágia en el área, aunque era muy respetado el anteúltimo dato que se nombró en el relato era mejor no comentarlo mucho porque incomodaba a la asamblea de los nobles del polo. Paquito era el diez natural, el que armaba para la ranchada de plaza Lavalle y el cocinero Bordolino al arco por estar cerca de la olla. El resto lo rellenaron con perros y el grupo silencioso que estaba al lado de Bordolino. El gordo Firpo se propuso de nueve y peló la camiseta de Atlanta, a mi me van a respetar porque soy Pipino el number nine.
             En los primeros cinco minutos, el equipo de Liberación Asistencialista hizo diez goles. Paquito se había sentado a fumar su pipa, dos de los silenciosos sin nombre habían desaparecido de la plaza y el gordo Firpo no la veía ni cuadrada. De repende apareció Cosmo y desvió la pelota para que el gordo quedara en posición de definir en el área contraria, quedó al borde del tiro de penal. El gordo gritó: “gol gana” y pateó tan mal que la pelota se fue para el lateral. Todos los del equipo de de Liberación Asistencialista se reían, inclusive Paquito sin saber por qué, pero de repente Cosmo volvió a desviar la pelota a tal punto que cuando se acordaron golpeó el puesto de diario. Después del silencio absoluto explotó la alegría, inclusive gritaron gol los silenciosos. Paquito no se dio cuenta porque había ido a buscar otra dosis. El viejo Tomé y toda la ranchada alzaron al gordo Firpo que aferraba la camiseta de Atlanta y le daba besos. Lo bajaron rápido por peligro de derrumbe inminente. Cosmo aprovechó y se metió en la olla cuando Bordolino saludaba a uno por uno a los perdedores del equipo de Liberación Asistencialista. Marciano, Maku, Marino, Marlon y Merlino se fueron peleándose entre ellos y nadie les hizo caso cuando reclamaron reanudar el partido, era la hora de descorchar (cortar el pico del tetra). la ranchada se había dispuesto a festejar. 


8. Solo se aprende siendo autodidacta



            El gordo Firpo abrió los ojos y vió a Cosmo encima de su pecho. Luego miró alrededor y se encontró con la estación de trenes de Once. Salió de la Estación y se tiró al sol en las escalinatas de la disco Tropical. De repente vio como la sombra de un urso lo levantó del suelo como si fuera un papel. Cosmos desapació al instante. Waldo! Cómo estás? Me podrías bajar que me puedo lastimar?. Pero el patovica del sauna lo sacudió de un saque y el gordo Firpo cayó como una bolsa de papas.
            Cuando abrió los ojos, un muchacho lo estaba curando en un sillón. Y vos quién carajo sos?. Tranquilo me llamo Serguei y te encontré tirado así que te subí a mi departamento para limpiarte esa horrendas herida que tenés en el ojo, si querés podés darte una ducha. El gordo saltó de una, vos lo dijiste, vos sos gay, pero más que gay sos un puto de mierda! y el gordo abrió la puerta y corrió por la Avenida Rivadavia. A mitad de cuadra ya se encontraba caminando junto a Cosmo con un remolino en la cabeza.
            Llegó hasta el cruce de Cid Campeador y ahí estaba el diablo Tombo con cara de abuela. Sos un perdedor, ya te dije que Sixto empírico es un pelotudo aunque en la Grecia del siglo VI después de Cristo, había sentenciado que no se puede transmitir la experiencia y lo lincharon por escéptico. Por más que te lo explique no lo vas a entender, andá a la escuela o querés ser un peligro para el imperio y que te hagan fletar?. En ese mismo momento le sonó el teléfono a Pipino.
            Elvio hijo de puta! Pagame lo que me debés. No, Pipino, estás confundido soy Adolfo y tengo un re laburo para vos, una copada, el sueño del pibe: tenés que ir a la casa del casi ingeniero tala árboles Macri y liquidarlo. Si, esta es grosa, lo despachás y empezá a elegir casa en un country que te va a ir de puta madre. Pedile al diablo Tombo que te pase el bufaso que es cuestión de un minuto. Pipino tiró a la Avenida el celular y pasó el colectivo 55 para hacerlo percha. Miró a su costado y en lugar de encontrar al diablo Tombo con cara de abuela encontró un paquete cerrado. Seguro que sería su sanguchito de milanesa. Caminaría y lo comería en algún lugar tranquilo.
            Llegó al barrio de flores y en un caserón escuchó ruido a punk. Entró junto a Cosmo que se había parado en su hombro. La banda sonaba igual a la que tenía con Lucho y Leuco, se paró de frente y vio el cartel de “Encrucijada”, la concha de su madre! Era Lucho, Leuco y también Lino con su guitarra en forma de flecha, lo habían traicionado con el pedorro de Lino!. No lo podía creer. Encima que tenía tema nuevo, quiso recordarlo pero no había caso, ya era parte del olvido. Se puso de cara con Lucho y Lino que cantaban en el mismo micrófono el punk llamado el punk del punk, un tema compuesto por él, se sintió Fernan Mirás en Tanguito feroz. Miró la casa y era una maldita casa tomada, odió al mundo okupa por la traición que se cometía en ese acto. Fue al patio para comerse su sanguchito de milanesa y se encontró con un fierro cargado con una bala. Ya fue me quedo con hambre pero me saco las ganas. Entre la multitud se escuchó un disparado y el que cayó fue Lucho.


9. Cuanto más avanza la Ciencia Social más nos alejamos de las personas


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            Pipino se encontraba en la biblioteca del Congreso leyendo a Boudieu. No entendía un carajo. En la mesa Cosmo leía libros de Durkeim y Weber, también había uno de Passeron hablando de estadística (Ciencia basada en la lógica que funciona de tal manera donde nadie es parte del todo y todos son parte de nada. De eso curra la Sociología). La bibliotecaria se paseaba acomodando libros y lo miraba. Él también la miraba y le repugnaba esa vieja peluda. Y bueno, aunque sea esta vieja abominable me deja dormir adentro de la biblioteca y por lo menos no tiene dentadura. Era una especie de revancha al diablo Tombo con cara de abuela donde le demostraría que Sixto Empírico tenía razón, que eliminando las escuelas caería la dominación del imperio, de Dios, de la CIA, ya no habría más trabajo para los asistentes sociales, que Sixto empírico no solo era un griego pajero diciendo boludeces.
            Para ese entonces Pipino (Ya no era justo llamarlo gordo Firpo por que había adelgazado de tal manera que se encontraba hecho un palito flácido) salía de la biblioteca solo para juntar información y despegarse de la vieja bibliotecaria apestosa. Grababa entrevistas y realizaba observación participante en las ranchadas bajo las autopista. Bordolino era su testigo ocular pero estaba tan borracho que no entendía un carajo. Estudiaba la vida en la calle y se había copado con la rama dorada de Frazer, el evolucionismo es lo más!. Esto de redactar un proyecto de investigación para ganar una beca no es lo mío. Hay que tener mucho estómago para hacerse cientista social. Me repugna esta biblioteca y la vieja asquerosa, me voy. Pipino se dio cuenta que ni bien pisó la plaza Congreso le sobraba el tiempo del extenso día.
            Comienzó a correr y solo frenaba para acariciar a Cosmo y hacer foco en sus abdominales. Ese griego de mierda tenía razón en ser un escéptico, para qué acordarse de la basura que nos invade a través de la industria mediática de la información? Agarró el fierro y encaró para la legislatura.


10. ¿Saben porqué hay una iglesia en cada barrio? Porque son un buen negocio.


            Ahora que ha pasado el mismo tiempo que el que vivió Cristo rey en el desierto, Pipino camina y se mira en cada una de las vidrieras de la calle Santa Fé. Se sube a su descapotable y lo arranca retomando por la calle Avellaneda hasta la plaza Flores. Mira al pai de plaza Constitución: Solo Dios nos puede salvar. Cosmo muestra los dientes y Pipino sonríe. Pasa por Cid Campeador y ya no encuentra a nadie. Le hubiera gustado ver a ese diablo Tombo con cara de abuela para demostrarle que no era un perdedor. Estaciona y se acerca un niño de la calle. Pipino saca un cigarrillo y se lo coloca en la boca. Lo introduce sosteniéndolo con la lengua y se quema, el niño ríe, Pipino se enoja pero le acaricia la cabeza. Gatilla al aire y el niño frunce el seño y llora.

            Arranca el coche y va para Recoleta. Estaciona su convertible e ingresa a su oficina. Marca el número y se comunica con Bertino. No, no soy Firpo, soy Pipino, ese Firpo es el que te tiene que pagar, pero claro andá para el Cid Campeador que ahí vas a encontrar soluciones. Cuelga el teléfono y se mira al espejo: está flaco y fibroso, el traje le queda bien. Sale a caminar por Plaza Francia y de repente un nubarrón de palomas. Un tornado fecal se avecina, una continua lluvia de mierda le cae en la cabeza. Se le mete en la boca. Qué boludo cómo no ajusticié en su momento al pajarero loco de Combate de los Posos. Abre el ropero y saca el disfraz de diablo, se coloca una capucha con el rostro avejentado de una señora mayor, marca el celular mientras sale por la puerta: hola Bertino tengo el gran negocio de tu vida, andá para el cruce de Cid Campeador…

                                                                                          
                                                                                     FIN



lunes, 25 de marzo de 2013

Nómades Kids 2: Premonición a forma de crónica circular del eterno enjaulamiento ministerial: Conflicto anclado en los sucesos del BAP reproducible a la lógica de cualquier conflicto municipal.

Después de leer este artículo acompañado con didácticas fotos, usted que es un trabajador del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires con un contrato de locación de servicio estará en condiciones de entender porqué nunca saldrá de su condición de miserable, además que le servirá de atenuante para que vaya acostumbrándose a ser golpeado como una bola de flipper siempre y cuando usted insista en conservar su trabajo dentro del prestigioso municipio, asumiendo su explotación y (lo más importante) que dilate paulatinamente lo que a lo largo del tiempo le van a ir ultrajando y así entonces, no le duela tanto la empomada de la patronal que ni el silencio dócil del trabajador asustado, ni la ingenua confrontación como laburador autoconvocado, ni los gremios SUTEGBA y ATE, y ni el agachar la cabeza frente a la gestión PRO lo salvarán de vivir con un sueldo que se encuentra por debajo de la línea de pobreza (sabiendo que su situación se agrava al ser un empleado municipal dado que no podrá acceder a ningún plan de ayuda social o subsidio justamente por se contratado por el municipio).



“¿Qué nació primero el huevo o la gallina?
-          Claro que la gallina porque sino de dónde hubiera venido el huevo.
-          No, usted está confundido, primero viene el huevo porque sinó de dónde viene la gallina…”
                                                    (cruel cuento popular)




1-      Usted que es un trabajador del prestigioso Ministerio de Desarrollo Social sufrirá la precarización laboral hasta que se pudra y reclame por lo que considera justo: que le paguen en fecha, que lo pasen a planta permanente, que le aumenten el sueldo, que le paguen el monotributo o que les pasen unos pesitos para el viático. 





 2-      Al cabo de un par de años dirá a la gestión PRO: ¡basta! ¡me inflé los huevos! Y reclamará con su grupo de compañeros autoconvocados manifestándose contra la injusticia.





3- Ante la indiferencia del gremio SUTEGBA, el gremio contrario ATE se acercará a las reuniones y prometerá dar apoyo a la manifestación con su marco legal, servicio de logística, megáfono, pegatinas, afiches y volantes.





4-      Y sí, el gremio SUTEGBA verá con malos ojos al movimiento de autoconvocados, sabiendo que peor verá que el intrometido gremio ATE que se sumará al complicado escenario político. Por que las condiciones ya se habían fijado cuando el propio sindicato SUTEGBA había pactado con la gestión PRO. Ellos ya  habían negociado con el partido que sueldo de miseria de todos los trabajadores se mantenía a cambio del manejo del algunos negocios ministeriales.





5-      Entonces el movimiento de trabajadores autoconvocados verá con malos ojos a los sindicalistas de SUTEGBA que no los consideran laburantes y convocarán una marcha a la que se le sumará el gremio (competencia) ATE con una camioneta, un megáfono y nueve afiliados.





6-      El gremio SUTEGBA verá con malos ojos que otro gremio le dispute a algunos trabajadores que ellos no consideran como tales (recuerde que usted es contratado). Por este motivo mandará a sus matones para intimidar a los empleados que en un primer momento eran autoconvocados y que ahora son del gremio contrario (ATE).


7- La gestión PRO le preguntará a SUTEGBA si ellos son capaces de manejar a unos contratados pedigüeños o si tienen que negociar también con el otro gremio (los intrometidos de ATE).


8- Los gremialistas de SUTEGBA dirán que de ninguna manera van a permitir que los conflictivos de ATE se intrometan y confeccionarán una lista para permitirle a la gestión PRO hacer algunos despidos ejemplares de los indeseables revoltosos.





















  

9- El gremio ATE prometerá protección colectiva y convocará a sucesivas marchas asegurando su camioneta, el megáfono y cincuenta pegatinas.


10- Se producirán más despidos y ATE prometerá más marchas y más quilombo, jurarán que los hijos de puta de SUTEGBA no se la llevarán de arriba porque son gente de poca ética y han quedado en evidencia. Acto seguido repartirán la solicitud para que los trabajadores autoconvocados llenen la planilla y se conviertan en afiliados aportantes.

11- Ahora usted trabajador precarizado tendrá un doble problema. Por un lado que la gestión PRO lo raje si descubren que se afilió al gremio ATE o que simplemente los matones de SUTEGBA lo cague a trompadas en cualquier pasillo por estar en contra del gremio mayoritario. Le quedará, en el mejor de los casos, callarse para luego saturarle la cabeza (pero a puertas cerradas) a un psicólogo de mala muerte en algún hospital público. O por otro lado, la segunda posibilidad es que  si lo llegan a despedir quedará atrapado de un fondo de huelga organizado en una peña folclórica por ATE donde podrá cubrir algo de su miserable sueldo a cambio de una comprometida militancia gremial, aunque eso sí, ahora quedará doblemente precarizado porque ni margen para patalear tendrá porque siendo parte de la estructura burocrática de ATE no podrá reclamar mejoras para el mismo gremio que le tira unos mando a cambio de fidelidad misionera. Quedará preso del conflictivo círculo vicioso que proponen los gremios municipales: conflicto – gestión.



















12-       Por último, para salir de las sucesivas premoniciones que se fueron detallando y dejarle alguna expectativa de cambio, rece. Rece mucho con toda su escéptica ideología marxista para que la gestión PRO lo siga explotando a pesar de su conciencia pero ahora sí con la posibilidad de que el máximo pontífice argentino lo bendiga con un polvo mágico nacido debajo de la investidura papal para que lo haga subsistir a fin de mes con los dos mil setecientos pesos (netos) que usted gana con su contrato de Locación de servicio pero aunque sea pueda decir con toda esperanza: “recen por mí”.





                                                                                     El Rufián




sábado, 23 de marzo de 2013

Qué lindo Palermo! (micro-relato)


            En la calle el paco te llama ¿tenés el tubito? ¿tenés pipa?
Viví en Belgrano, Barrio Norte y Palermo. Son los barrios que más me gustan.
          Dina me prometió. Hace dos años que vivo en el teatro Colón y escucho su música.
        Antes estaba en Recoleta. Tengo 25 años desde los 7 que estoy en la calle. Es complicado… vivir en la calle. 
     Un señor se detiene y lo mira. Debajo un cartón corrugado, arriba se tapa con el diario, noticias que lo aplastan contra la humedad.

                                                                                      El Rufián

miércoles, 20 de marzo de 2013

Hospital Guillermo Rawson



Desde su fundación en el año 1868 hasta la actualidad

Prólogo:

            La siguiente reseña histórica se ubica en el presente para retrotraerse a 145 años de acontecer porteño, reencontrándonos con el inesperado devenir de la historia argentina, organizándola en un tiempo cronológico pero a la vez deconstructivo de la expectativa evolucionista, para así entender finalmente el vaciamiento de lo público a través del discurso oficial. Podrán leer el auge y decaimiento de un hospital que durante más de cien años gozó del reconocimiento y del prestigio mundial, para llegar a un presente símbolo de la decrepitud municipal, cueva de forajidos sindicales y centro de mega negocios inmobiliarios que despiertan el agudo interés de la gestión de turno. Nos encontramos en un territorio liberado a la suerte de los que lo ocupan: base operativa del gremio SUTEGBA, enfermo y estridente resonar de los traidores de Gleyzer, simples burócratas actualizados de aquellas nefastas 62 organizaciones sindicales.


Parte I:
Del crepúsculo al amanecer:

1)      Período Pre-positivista

      Durante la Guerra de la Triple Alianza la cantidad de heridos que se trasladaban a Buenos Aires para ser curados superaban la capacidad de atención hospitalaria de la ciudad. José C. Paz, a través de la publicación “El inválido argentino”, y junto a Guillermo Rawson, Leandro N. Alem, Amancio Alcorta, Juan María Gutiérrez, Aristóbulo del Valle, José Mármol, entre otros, comenzaron a organizar una colecta pública para que los vecinos y familias pudientes aportaran a la doliente causa de los mutilados de guerra. Y mediante la donación de un terreno cercano a la Plaza Constitución se fundó en 1868 el Hospicio de los Inválidos Militares, centro de atención inmediata a los heridos de guerra. Debido al éxito de la recaudación, José C. Paz se motivó para organizar a un grupo de universitarios con la finalidad de asistir  especialmente a los combatientes mutilados. Pero habiendo en la ciudad una necesidad hospitalaria imperiosa, pocos años después, el hospital de los Inválidos Militares pasó a atender todas las enfermedades de los porteños.
      Luego de 20 años de tareas asistenciales y con una estructura en constante crecimiento, cambió el nombre a Hospital mixto de Inválidos, y dos años más tarde, pasó a llamarse Hospital Guillermo Rawson, en reconocimiento al respetado médico. Ya en 1894 las sucesivas ampliaciones lo convirtieron en el hospital más grande de la Ciudad de Buenos Aires, que comenzó a adquirir fama quirúrgica como uno de los centro de mayor prestigio en el país.


2)      Período de esplendor positivista. El Hospital Escuela.

            Fue en el año 1887 cuando el doctor Andrés F. Llobet, precursor de la cirugía neurológica en la Argentina, fue nombrado Jefe de Sala de Cirugía. Y por su vocación docente fue asignado como Profesor Libre de Clínica Quirúrgica. Comienza a allanar el camino para que al poco tiempo nazca la “Escuela del Rawson”. Ante la muerte del Dr. Llobet en 1907, esta iniciativa fue continuada por el Jefe de la Sala 11 de Cirugía, el Doctor Feliciano Prando, discípulo de Ignacio Pirovano. Prando, quien había sido formado por Llobet, amplió su labor docente durante los casi 30 años que estuvo al frente del servicio.
            Y fue en 1914 fue cuando el Hospital Escuela Rawson se convirtió en el escenario donde se produjo la primera transfusión de sangre del mundo, realizada por el Doctor Luis Agote.
            Fue en ese mismo período, en el año 1913, cuando el Doctor Enrique Finochietto fue nombrado Jefe de Cirugía de la Sala VI. Su actividad pedagógica adquirió regularidad en el año 1927, cuando en su Servicio educaba didácticamente junto a la atención del enfermo. Pocos años después, se une al equipo su hermano Ricardo, estableciéndose juntos en la tarea médica del Pabellón 9.
            Fue en 1937 cuando Ricardo Finochietto viajó a Estados Unidos para visitar la clínica quirúrgica de Frank Lahey, e inspirado en el sistema de educación abierta comenzó a preparar material de enseñanza, dando así el primer paso hacia la creación de la Escuela Quirúrgica de Graduados. Se trataba de Ateneos Clínicos Quirúrgicos, donde se discutían diagnósticos y resultados de intervenciones programadas, presentación de casos, lecciones prácticas de Patología y Clínica Quirúrgica.


3)      Peronización del Hospital Rawson

      Los hermanos Finochietto fueron recién reconocidos oficialmente en 1949. El Decreto establecía: “Autorízase oficialmente el funcionamiento en el Servicio de Cirugía General y Neurológica Pabellón 2 Sala 6 del Hospital Rawson, del que es titular el Profesor Ricardo Finochietto, de una Escuela Quirúrgica Municipal para Graduados a cuyo cargo estarán las aludidas Sesiones Quirúrgicas que se realizan en la actualidad bajo la dirección del mencionado Jefe de Servicio a quien se designa, con carácter honorario, Director de dicha Escuela.”
Y si bien en un comienzo Ricardo Finochietto se había opuesto al naciente movimiento peronista, fue a fines de los años cuarenta, cuando cambió de parecer al notar que el nuevo régimen empezaba a apoyar abiertamente todas sus iniciativas. Fue en 1950 cuando un nuevo decreto reglamentó la organización de la dirección y los profesores, de los cursos de las especialidades quirúrgicas en Radiología, Anestesiología, Enfermería y también el régimen de enseñanza.
            Además que en mayo de ese mismo año renunció Oscar Ivanisevich como médico de cabecera de Eva Perón y fue reemplazado por Finochietto. Pero dado que el cáncer de útero que afectaba a Eva Perón no era de su dominio disciplinar el caso fue puesto a cargo del Doctor Jorge Albertelli y del cirujano George Pack del Memorial Sloan Cancer Center de Nueva York. Finochietto, conociendo su limitación en la enfermedad de Eva solo integró el equipo de operación como hombre de confianza.
            Tras la muerte de Eva continuó recibiendo el apoyo del gobierno del General Perón, el cual lo designó jefe de los servicios médicos de la Fundación Eva Perón, debiendo hacerse cargo de supervisar la instalación y organización de los grandes hospitales construidos por la Fundación, al frente de los cuales Finochietto ubicó como jefes del servicio de cirugía a sus principales discípulos. Dicho apoyo le permitió también trasladar al resto del país la Escuela Quirúrgica del Rawson.
            Y fue en el año 1953 cuando se produjo la cumbre del Hospital escuela. Finochietto inició el dictado del "Curso de Cirugía Básica" en el que los médicos cursaban rotando por los distintos sectores de la Escuela, asistiendo a los cursos de actualización, a sesiones quirúrgicas, clases de técnica operatoria, estudio de idiomas, realización de resúmenes de trabajos, trabajo en archivo, estudio de cuadernos de técnicas, clases de dirección del quirófano y visitas a otros servicios calificados.

4) La cola del cometa Haley: la estela del envión peronista

            Al caer el gobierno de Perón, tras el golpe de Estado de la autoproclamada Revolución Libertadora en septiembre de 1955, Finochietto fue expulsado de los cargos de la Fundación y del Hospital Rawson. Y aunque la escuela siguió funcionando, e incluso en el año 1956 se amplió la Sala 5 de Cirugía y en diciembre de 1961 se efectuaron mejoras edilicias, Finochietto debió continuar con su profesión como cirujano y docente en el ámbito privado.
            En abril de 1972, al cumplirse 10 años de la muerte de su creador, la intendencia de la Ciudad de Buenos Aires otorgó el nombre de Ricardo Finochietto a la Escuela Quirúrgica Municipal para Graduados del Hospital Rawson. En 1975, se amplió el área en que la escuela funcionaba, integrando a la misma las Salas XV, XX, XXI y las dependencias del Pabellón Olivera.



Parte II:
El ocaso: Del Hospital-escuela al Hogar de ancianos.

1)      Los milicos y el vaciamiento

            En 1978, fue desactivado y clausurado, por consejo de la Secretaría de Salud Pública de la Intendencia de la Ciudad de Buenos Aires, el Hospital General de Agudos Dr. Guillermo Rawson, luego cerrado definitivamente ese mismo año con el argumento de que existía una oferta médica sobredimensionada en la ciudad. Tras el cierre definitivo, la escuela traslada su Sede al Hospital Argerich. Y en 1984, se reubica en el Hospital Ramos Mejía, donde aún hoy continúa funcionando en la Sala 7. Quedan sepultados más de 100 años de esfuerzo científico.


2) La era de los negocios del macrismo y de SUTEGBA

                             “¿Saben por qué en el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad los sueldos son tan bajos?, porque a SUTEGBA le conviene que todo siga igual. Le ofrecimos incentivos y premios, cobrar presentismo y un adicional por mejor desempeño. Pero ellos sugirieron no cambiar nada para que no haya controles y que quede todo como está, es el sindicato de la chatura.”
(Año 2013. Micrófono oculto en la oficina de Ignacio Girado, Director General de Economía Social en la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Ubicada entre la intersección de las calles Pavón y Entre Ríos)

            Tras el cierre del Hospital Rawson, en el mismo frondoso parque, se inaugura el Hogar de ancianos que cínicamente reconoce a la misma personalidad: Hogar Guillermo Rawson. Con el tiempo se inauguran en los saqueados pabellones el CESAC 10, el Centro Medicina laboral, estacionamientos y oficinas del BAP. El silencio es salud: quietud y senilidad.
            Hoy, en este hermoso y estancado predio, y desde hace aproximadamente diez años, funciona la parte más dinámica del Área de Atención Inmediata a personas en situación de calle, más conocido como BAP (Programa Buenos Aires Presente). El sindicato que nuclear a los trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social es SUTEGBA. Gremio que en el inicio del período Kirchnerista era catalogado peronista, pero hoy mediante sucesivos acuerdos se convirtió en aliado estratégico de la gestión partidaria del PRO. El hermoso parque que transmite paz durante el día, por la tarde se transforma en la oficina de negocios gremiales, y por la noche guarida y aguantadero de las barras de choque del gremio SUTEGBA. Compuesto y engrosando las líneas de afiliados con amigos, familiares, punteros de la villa 21 de Barracas, premiados de los grupos de choque o barras del Club San Lorenzo. Un espacio liberado por la gestión PRO a cambio de que se mantenga los sueldos mínimos en el Ministerio.
            Aunque la gestión partidaria del PRO parece retirase del predio, negocia y no cede todos sus negocios. Sigue con su política descentralizadora de las dependencias públicas de la Ciudad de Buenos Aires para construir un centro cívico en el sur de la Capital Federal. Busca desde el inicio de su gestión utilizar los valiosos parques del Hogar Rawson, para que junto con los terrenos aledaños del Hospital para adolescentes Tobar García y los fondos vecinos del Hospital Borda pueda revalorizarse el subvaluado barrio sur y cotizar esta zona de valiosísimos parques en un cuantioso negocio inmobiliario. Interesante propuesta que posiblemente pueda compartirse con la ya instalada burocracia sindical de SUTEGBA.
            ¿Saben cuántas veces se suicidarían José C. Paz, Guillermo Rawson, Llobet, Agote y los hermanos Finochietto si vieran cómo se desmantela día a día lo que fue el Hospital escuela más prestigioso del país? No me cabe ni la menor duda que hasta al mismísimo anarquista Di Giovanni le daría pena en no poder asaltar la caja de esta saqueada institución.


                                                                          El Rufián