jueves, 2 de agosto de 2012

¿DD? ¿HH?


1. Genocidio

            Ahí va el Zaratustra visitando pueblos, observando cómo guerrean y sonríe cuando le hablan de humanidad. Profesa que los humanistas mienten y que el que lucha con voluntad actúa con la verdad.
            Zaratustra pestañea y contiene la respiración para no olfatear los cuerpos raquíticos en los campos de exterminio nazi. Y el führer explica que los judíos son parásitos del sistema financiero y que la raza aria padece de las sanguijuelas que enferman la vida misma de su pueblo. Y se entristece con ira porque ve a una anciana alemana pasar hambre y porque su nación fue sometida por el pacto de Versalles. Nacionalismo y solución final. Dar rienda al monstruo para frenar la amenaza del comunismo.
            Zaratustra mira, a través de Hollywood, cómo se actualiza el eterno retorno. La voluntad resentida del pueblo judío que necesita legitimar el estado sionista y justificar otro genocidio: el del pueblo palestino. La revancha histórica se hace realidad, la tierra sagrada se purifica del mal.
            Hace tiempo, en una tierra lejana, los turcos trabajaron para desaparecer del mundo a los armenios, ¿pero qué hicieron los armenios para que los turcos reaccionen de esa manera?, escuché esa autopregunta a Rubén Oundjian en la entrevista Nómades que se transmitía por Radio Semilla, luego sentenció, los quisieron echar de su tierra. Aquel lugar donde los Otomano usaron como centro de operación para dominar durante siglos. Curiosa revelación cuando se trata de una persona con ascendencia armenia.  
            Zaratustra me dijo que en la escala de valores la vida está muy por debajo de la voluntad de poder y que el derecho plasma el formalismo de los humanistas que se conforman con abstracciones y no les interesan o no les da el cuero para las soluciones concretas. La paz regional se logra cuando entre países hay equilibrio nuclear. Alabemos el placer de la venganza, y ahora que tire la primera piedra el que no sonrió (aunque sea una vez) cuando se produjo el atentado a las torres gemelas.


2. Lesa humanidad

            Y seguí pensando en las muertes que se producen en masas y se disponen a merced de un plan mucho mayor. Y al jueves siguiente cuando escuchaba Nómades me acordé como el Proceso de Organización Nacional (1852-1880) disciplinó a los gauchos rebeldes y se abrió el camino para que nazca la Argentina moderna acompañada del genocidio indígena. La voluntad de la generación del ochenta ordena la barbarie en nombre del progreso haciendo posible el crecimiento de una nación que a fuerza militar habla en nombre de civilización.
            Hace no tanto, en los años setenta, la junta militar tomó prestado el nombre agregándole dos letras: Proceso de Reorganización Nacional. Crean la figura del desaparecido, no están ni vivos ni muertos, decía Videla. Socialistas, Montoneros, sindicalistas, curas tercer mundistas, desaparecieron a todos por igual, pero algunos negociaron mejor su vida, el miedo saca la peor cobardía del torturado.
            Aquel perseguido, uno de los padres de la vuelta a la democracia, el muchacho de Lomas, el cabezón que zafó como pudo, como tantos otros peronistas transeros y cagones, raspando, con un dato soplado a los milicos sobre el asalto al cuartel de Montechingolo. Eran tiempos difíciles y no se perdonaba la vida, ¡sálvese quién pueda!
            Y un mail a Nómades ¿quién es El Oriental?, ¿quién hablaba? Pero me respondieron que le habían asegurado al entrevistado que preservarían su identidad. El nombre y la imagen están resguardados. Por la radio se escuchaba un discurso y se omitía un cuerpo, una identidad fragmentada, se disociaba el nombre, la imagen y el discurso que se agrupa hoy debajo de sombras. El oriental es un desaparecido político, el ocaso de una fracción del peronismo que chupó a aquellos que le brindaron lealtad al líder que hoy yace en penumbras. La desaparición del duhaldismo se produjo treinta y pico de años después que comenzó su carrera, ¿podrá renacer? Difícil que el chancho vuele. Pero las ideas reposan en aquellos militantes que negociaron con Ubaldini y Menem en los noventa, con los militares en el setenta y en el dos mil con Nestor que les cerró el paraguas.
            Hoy, se gestiona una política de DDHH distinta a la que pregonaba el duhaldismo, aunque también se gestiona justicia con intencionalidad política, ¿y los que hicieron las tareas?, mejor no abramos la caja de Pandora, la obediencia debida y el punto final ya hicieron lo suyo. Lo importante ahora es construir una memoria oficial acorde al gobierno sin importar que muchos otro DDHH sigan postergados: el acceso a la educación, la salud y la vivienda se vulneran como derechos y se siguen violando una y otra vez sin incorporarse en la agenda de prioridades. Algunas medidas se anunciaron con un megáfono desde la vereda de enfrente, pero falta, son tibias, falta que un grito que aturda, uno que venga desde las cuerdas vocales.
Y Zaratustra observa la Argentina y vuelve a sonreír.

                                                               El Rufián de Pompeya





            











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