jueves, 26 de julio de 2012

¡Antonito querido!

                           “Es un buen muchacho pero se queda con los vueltos”
                                                        (Juan Domingo Perón)


            Primero hago una movida en el Congreso que le saco plata a la gente, uno petisito de pelo blanco, ¿cómo se llama? Cafiero. Hasta al Doctor Cafiero. Una tarde, cuando va al Senado, lo espero apoyadito en la pared, siempre era un zorro, y miraba, no sabés, el tipo va así y yo me le voy, doctor, doctor, doctor, le toco así y me van dos tipos de atrás, eh pará, el Doctor se da vuelta, ¡Doctor Cafiero! yo lo conozco a usted, re chamullo yo, más vale y después andá a la puta que lo parió, Doctor mire estoy en situación de calle, mire mi cajita ¿no me tira una monedita? Y le dijo así a los muchachos: suéltenlo, suéltenlo, hijo, ­viste como habla él, hijo salgo del Congreso, cuando vuelva, le voy a dejar algo ¡Pero que va a dejar el hijo de puta!
            Lo vi salir, lo vi: cuatro monos acá, cuatro monos acá. No sabía por dónde pasarle, me hago una escapada y me mando de frente.
            Doctor Cafiero, y los monos ya me conocían y se me vinieron cuando pasó mi rancho, pasó por mi ranchito por donde estaba yo en la pared del Senado, ese era mi ranchito, la puerta mi pared, y yo estaba sentado ahí, estaba hecho un zorrito esperando que se vaya el señor Cafiero, ahí en la puerta de entrada principal del Senado, ahí donde está la policía, lo veo salir y lo dejo caminar a ver si se acordaba de lo que me había dicho él, mi cajita estaba ahí en el medio y me pasaron por arriba la caja, ¿ah sí?
            Salgo corriendo para Yrigoyen antes de llegar a Entre Ríos, lo dejo escapar un poquito, y le digo de frente con mi cajita, Doctor Cafiero, Doctor Cafiero, ¿se acuerda de mi? Ahí, el de la puerta del Senado, el de la cajita…
            Ah hijo perdóneme me olvidé, muchachos, denle algo al chico ahí, agarró uno así, ¿los monos viste? Agarró uno, sacó cinco pesos, vino el otro y diez pesos, ¿está bien hijo? Me dice el Doctor Cafiero. Doctor, lo felicito, ¡aguante eh!, y los monos me miraban con una cara de ganas de matarme a mi, claro, ¡no lo podés agarrar al Senador!

                                                                                                                      Agustín Teglia
(Anécdota recuperada de la entrevista Nómades a Leonardo Rojas, el santiagueño)


 

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