Se
acerca el final de prostitutas sindicales, el capitulo IX esta en observación
porque aborda un tema demasiado complicado como es la profanación de cadáveres.
No queremos que nadie se sienta ofendido y representado en la ficción. Lo iba a
publicar esta misma noche pero mis fantasmas interiores me pusieron un freno.
Con prostitutas sindicales se acaba una etapa
oscura de radio nómade. Una travesía que nos abordó a mí a mi compañero de
radio y blog, pero por suerte estamos en otra realidad. Logramos con esfuerzo y
compañía alejarnos de ese imán terrible
e inhumano llamado BAP. Pero mi conducta, como la de cualquiera, lleva a
administrar y elaborar un rito que conlleva al duelo por la falta, por la
ausencia de dejar un espacio que compartí durante meses con amigos de trabajo,
que por suerte aun los mantengo. Prostitutas sindicales fue elaborado, en su
mayoría, por mi imaginación que es la que elaboró el duelo. Muchos de los
personajes que aparecen en prosti son parte de la realidad y conviven en mi
pasado, pero lo llevo al presente por una cuestión de evitarme un daño. Esta gente que encarna personajes son
culpables de mi pasado laboral; traidores, lame botas, arrastrados y otras
cosas parecidas. Pero mi intención no es victimizarme, porque también fui
culpable y tengo mi parte de responsabilidad en este proceso y se ve plasmada
en las actitudes traidoras y cagonas del ángel de la reincorporación.
Prosti sindicales tiene la función de
emanciparme conmigo mismo, de direccionar la bronca y el odio hacia lo grotesco
de la escritura, hacia lo ridículo de los personajes, hacia la nada misma del
mensaje. Opte por escribir porque siempre lo hice en momentos de transito lento
para mi alma. Son intuiciones internas que hay y se deben escuchar.
Nunca hubiese querido hacer prostitutas
sindicales pero era yo o ellos, era mi pasado y su presente. No tuve opción,
era mi saludo o su risa, no tuve opción. No le pido perdón a esta gente que en
ficción encarna a los personajes de prosti, no me pido perdón por mis acciones
en el pasado porque la autodestrucción es el límite cuando alguien pretende
hacer un cambio y no se anima. Hoy, en la lejanía de este pasado, me siento
igual. El reflejo que emite el espejo del tiempo no ha cambiado la mínima
arruga en los años de mi piel. Seguimos con Nómades que es la cruz de lo que
hicimos laboralmente, una vía cursi sin estaciones al monte de los olivos, sin
resurrección de pascuas, sin noche de cenizas y olvidando los carnavales en
vidas enteras. Nos quedó Nómades. A otros les quedó el peso de armar informes
sociales, el peso de bancarse el calor o el frío de una camioneta, la pesadez
de ser parte de un sindicato inútil, el sueño de suicidarse y volver a empezar.
De mi parte necesito estar en movimiento, flascheando de acá para allá,
bardeando a este y al otro. No tengo paz ni la voy a tener porque es mi manera
de moverme cuando las cosas van a peor.
Siempre me reí de
todos los pelotudos y pelotudas que se victimizan y que piensan que seguir
haciendo lo mismo es una buena opción. A esos cobardes, a esos arrastrados, a
los que hiere las palabras de prosti, a los que se creen que ayudan por dar un
colchón, a los que piensan que para seguir hay que cuidar lo que uno tiene, a
los que no cambian por temor a quedarse sin laburo,
A todos nosotros está
dedicado prostitutas sindicales.
BENGALA.
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