la situación de calle
Mientras
en Brasil el Movimento de Rua se sienta a conversar con Dilma, previamente
habiéndolo hecho con Lula, y en Uruguay el presidente Mujica abre las puertas
de la casa de gobierno para que la gente en situación de calle pueda
pasar el invierno bajo techo, en
la Ciudad de
Buenos Aires se organiza la
UCEP con el objetivo de expulsar a aquellos que
ocupan el espacio público, ¿usurpación? o ¿una
problemática social compleja que provoca a la justicia social?
Y
en el año 2011, como la opinión pública no vio con buenos ojos que se golpee a
los indigentes, el gobierno de la ciudad, aprovechando un año electoral, buscó limpiar la
imagen de "Gli Camichi Nere" con la cara femenina del Ministerio de Desarrollo Social, dieron rienda suelta para que la Ministra María
Eugeniala Ciudad.
Y
esta política del doble juego, distracción de la opinión pública para que no piense en las causas de la UCEP y por otro lado una rápida limpieza de la pobreza, fue bien recibida por el votante citadino: policía Metropolitana y asistentes sociales. Resultado exitoso: ganaron las elecciones a la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Y
es con esta misma línea política como se continúa vendiendo publicidad con los operativos que siguen
siendo bien recibidos por el vecino medio y acrítico de la ciudad, en última instancia, el necesario votante
electoral. Y se anuncia con volantes el operativo frío, trailer, camionetas,
apertura de refugios y algunos subsidios que lejos están de solucionar la situación de
calle como problemática social compleja. Pero hay algo que no se sabe o no se
quiere saber: Hay muertes en la Ciudad de Buenos Aires producto de la situación de calle, ¿qué les parece si nos hacemos los distraídos?
Cuerpos que al no ser reclamados por
nadie, la morgue los rotula como NN, previamente sentenciados a muerte por la guardia de los hospitales que cuando firman la defunción aseguran que la causa fue paro cardiorespiratorio, o sea: muerte natural. No
hay costo político porque el vecino compra el circo de la
acción social municipal, que contempla con asistencialismo y anuncios políticos de operativos tras operativos vacíos, que sin un proyecto consistente buscando el respaldo
de instituciones que trabajan y reflexionan sobre esta problemática, vuelve cada vez más compleja la situación.
Y el problema se agrava porque los derechos de las personas en situación de calle se
siguen violando a cada segundo, desconociéndose la lucha de las organizaciones no gubernamentales y los pequeños
logros de la ley 3706 que garantiza los derechos de las personas más vulneradas. Ley sancionada pero no reglamentada.
Hoy, el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires, lejos de buscar soluciones concretas a problemas reales de la sociedad, comienza a realizar un cambio de perfil de los trabajadores que día a día abordan la problemática en la calle con profundidad de criterio, ética y compromiso absoluto. El gobierno Macrista nesecita operadores sociales acríticos que continúen con el circo de un programa en proceso de desmantelamiento y adecuación a sus políticas marquetineras. Lejos de buscar un cambio de perspectiva para abordar esta problemática, nos encontramos ante el inicio de un vaciamiento del programa BAP que asiste a personas en situación de calle. La situación se agrava y es alarmante, ¿seguimos haciéndonos los distraídos?
El Rufián de
Pompeya
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