Los jesuitas son una orden plenamente
masculina que se crea a mediados del siglo XVI, su cabeza creadora es Ignacio
de Loyola (o el vasco Iñigo) admirador de Ignacio de antioqa. Loyola era un
mercenario de segundo orden que lucho en los conflictos de navarra, en una
ocasión fue herido y un viaje psicótico vio a la virgen maría y el niño Jesús,
a partir de esa visión se convierte en soldado católico y comienza a elaborar
junto a Fráncico de Javier y Laínez la orden jesuítica como brazo armado de
Cristo y del papa. Se encomendó a ser el vicario de Cristo en la tierra y el
soldado ejemplar para defender el papado a toda costa. Posterior al concilio de
Tarento el papa le dio la potestad armada de dirigir los ejércitos contra los
reformistas y también fue ideólogo de la implementación y modos de tortura de
la inquisición. Con respecto a la nueva América, los jesuitas se armaron en
congregaciones. La finalidad era armar estados teocráticos que con el correr
del tiempo, y por diferencias con la católica romana, tomarían propia
autonomía. La idea jesuita es la coerción por medio de la no violencia, siempre
y cuando el otro acepte la sumisión, de esta manera empezaron a jugar con la
idea del pobre como desprotegido. Por eso es muy común asociar jesuitas con
pobreza, la idea es acaparar al pobre para que sea cooptado con el fin
exclusivo de servir al mundo de dios de mano de los jesuitas. Un caso
interesante es la película “La misión”.
Entrado el siglo XVIII esta orden tenía un poder bastante considerado en
el sur de América, México y Canadá. No solo dominaban la misión y la sumisión
de indios, si no también dominaban la educación y la comunicación dentro de la
esfera católica. Si bien no eran muchos, la virtud que tenían era formativa y
manejaban discurso terrenal, contagioso y pragmático. De esta manera dominaban
la situación de la masa del llano. Pero la idea central era formar estados
teocráticos paralelos, no solo al vaticano sino a la expansión absolutista de
occidente. Los jesuitas, con el discurso de la pobreza, conseguían mano de obra
barata y fidelidad. Basta ver los dichos de Napoleón
Los Jesuitas son
una organización Militar, no una orden religiosa. Su jefe es el general de un
ejército, no el mero abad de un monasterio. Y el objetivo de esta organización
es Poder, Poder en su más despótico ejercicio, Poder absoluto, universal, Poder
para controlar al mundo bajo la voluntad de un sólo hombre [El Superior General
de los Jesuitas] El Jesuitismo es el más absoluto de los despotismos y, a la
vez, es el más grandioso y enorme de los abusos.4
Obviamente el establichment del momento se dio cuenta de la situación y
les pegó un boleo en el orto. Muchos terminaron en Rusia bajo la protección de
Catalina la grande y su función fue educar a la elite bajo el amparo de los
zaristas en pos de la renovación intelectual. Para finales del XVIII y
principios del XIX el papa clemente decidió restaurar la orden, por una
cuestión de vacío ante la idea revolucionaria que expandían los franceses y el
iluminismo, la finalidad era utilizarlos de tapón ante ideas ateas y
agnósticas. Pero eso tuvo su precio,
porque a partir de ese momento fueron más íntimos que antes de los
papados siguientes, se convirtieron en una elite conservadora y papal, se les
dio el mote de papa negro; no solo por su vestimenta, sino por sus influencias
y toma de decisiones.
La orden comienza, nuevamente, a tener vida propia y designa un general
como supremo que hasta el día de hoy sigue manteniendo la misma jerarquización.
Nuevamente empieza un juego de poder dentro del papado. Los jesuitas intervienen
en decisiones en la primera guerra mundial con respecto a la orden de los
iluminati ligada a la masonería y orden de malta (por una cuestión de tiempo es
imposible detallar). En la segunda guerra mundial estuvieron muy apegados a Pio
XII y fueron parte del traslado de nazis a todos los confines del mundo. Para
los jesuitas el nazismo no era algo tan terrible; exterminaban disidentes y les
daban prioridad a los trabajadores, conformaban una nación secular y obediente,
no dista mucho del sueño de Loyola y su visión psicótica. Para mediados del
siglo XX tuvieron ciertas confrontaciones con el papado por el tema central del
incremento de los nuevos cultos. En el segundo concilio de la década del 60
algunos jesuitas apoyaron a los tercermundistas viendo en ellos una nueva
ocasión para desempolvar el sueño de sumisión de los pobres.
En América latina tuvieron una fuerte influencia desde la conquista
hasta nuestros días. Con el discurso de la pobreza lograron anclar en el
corazón de la población católica. Hicieron una fuerte cabecera de playa,
extremadamente difícil de mover. La
finalidad del jesuita no es la pobreza, sabemos muy bien que la pobreza puede
ser eliminada con el simple hecho de bajar los costes armados a más de cinco
puntos, no hace falta dar explicaciones tan solo tiene que leer en www.wix.com/gruponomades/radio el artículo
del sociólogo Agustín Teglia. La idea está en el estado teocrático a futuro, en
la disciplina y la obediencia. En la seguidilla de actos que llevan a tomar el
poder en nombre de una orden del nuevo orden. Los jesuitas son elementos
complicados, porque tiene fuerte preparación biblista, dominan la correa de
transmisión del conocimiento de la biblia, se apoderan de la educación,
mantienen el discurso de la pobreza, caridad y benevolencia y atentan de manera
directa contra un nuevo pensamiento, cualquiera que surja. No estoy feliz
porque el papa sea argentino, es la gran bestia de la historia, pero me
preocupa más que sea un jesuita.
Bengala
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