“Los
hombres empujarán, un ejercito negro, vengador,
germinando lentamente en los surcos, creciendo para las cosechas del
futuro, cuya germinación hará estallar la tierra”
Émile Zola.
El fracaso
del modelo neoliberal que tiene como hecho histórico relevante la crisis social
y política del año 2001 mostró entre otros, una serie de hechos y sujetos que
hasta ese momento habían permanecido invisibles o casi.
Es así
como de los bordes excluidos de la sociedad individualista de mercado, se empieza
a observar el aumento creciente del número de personas que comienzan a vivir en
las calles de las principales ciudades de la Argentina.
Fabio
Manupella es uno de ellos, un superviviente que paso 13 años sin hogar, y sin
techo, deambulando por la ciudad de Bs As.
Hoy puede
contar su historia, que a diferencia de otros -parafraseando a Walter Benjamin-
quedaron en el camino o en algún lugar como “muertos o ausentes de la Historia ”.
Sin
embargo este texto, tiene por finalidad recordarlo a él y a través de él a
otros. Suerte de mensaje en la botella que será arrojado hacia algunas aguas.
En este caso las de la memoria.
Volviendo
a cosas mas tangibles; Fabio planteó en una rica entrevista brindada a “Nómades”,
un conjunto de ideas interesantes que pueden servir de disparadores para pensar
algunas cuestiones del imaginario popular de los “sin techo”.
“La vida es
un hecho político” dice Fabio. ¿Qué significa esto para él?
Fabio
descubre la importancia de lo “político” a partir de una nueva realidad cotidiana
en su vida. Una nueva experiencia de la que carecía hasta no hace mucho, como
es la posibilidad de una charla con un otro semejante, o con cualquiera,
simplemente con la única condición que se quiera hablar y escuchar. No importa
el número de partícipes. Él descubrió esto en Proyecto 7.
La política es entendida por Manu en una forma
rudimentaria, y germinal opuesta a toda
formula tradicional, localizada en lugares clásicos (Estado, gobierno, partidos
políticos, etc) o determinada arbitrariamente por las fechas del sufragio
universal.
Esta
situada justo en el contexto de la producción del habla, espacio colectivo del
que se nutre toda lengua, y la mantiene viva, allí donde nacen las voces, las
representaciones ideológicas mas profundas de la vida cotidiana y que intentan
otorgar sentido a la producción de enunciados.
De
ese encuentro social demuestra que ahora puede pensar, y también sentir,
imaginarse a si mismo, y a los demás. Simplemente ésto es un acto político para
él. Antes ya lo había dicho un tal Aristoteles, pero claro, él pudo ser
conocido.
¿Para que sirven estos enunciados
?
Según
Manu pueden servir para “cuestionar”, lo que uno quiera, pero también para
“afirmar”, modificando quien era, y lo que quiere, alterando su visión sobre las
cosas, las pasadas y las futuras. Situarse junto a la palabra en algún lugar
del mundo.
En palabras de Manu:
Antes (…) “Me
importaba un huevo todo (...) estaba muy embroncado conmigo mismo” (...)“Me
molestaba la idea de pensar, cuando estás en calle estás todo el día pensando
por que llegué acá (…) Te hacés las cabeza todo el tiempo”(...)“Te querés matar
todo el día”(...) “estás con la muerte al lado”.
“Llegue acá (a proyecto 7) con olor a mierda, me
aislaba todo el tiempo”, (…) “Me hizo mirar y pensar, recuperar mi
dignidad” (…) “sabemos lo que queremos, lo que buscamos”.
Ahora (...)“Hoy no me siento en situación
de calle” (…) Una de las cosas que aprendí acá es a sacarme el miedo a decir
las cosas” (…) “Gracias a eso pude recuperar a mi
hija después de 14 años” (…) “Ahora si tengo muchas ganas de vivir”(...)”Me
encanta vivir”.
A partir
de este relato breve se intentó mostrar alguna de las ideas que Manu tenía para
decir y resumen una estética política de lo cotidiano.
La
política marca un antes y un después en la identidad de Manu. Un retoño a la
vida. Un tipo que ya no huele a mierda. Un tipo que levanta la cabeza, y que ya
no está solo, y que puede pensar su vida de atrás hacia adelante; un tipo, que
como otros, -aunque lamentablemente los menos- pudieron salir del infierno en
vida que es la calle, y que ahora le encanta vivir.
Para el que escribe estas líneas puede ser un
primer mensaje de la botella. Sobre que río será arrojado, quedará a criterio
del lector.
Payaso
Pirinola.
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