sábado, 1 de diciembre de 2012

Nómades: Pobreza del tercer milenio


Gente en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires. Estudio sociológico (2012)

La investigación Nómades en el contexto histórico

            Las políticas neoliberales de la década del noventa trajeron como consecuencia un cambio estructural en el mercado laboral. La apertura de las importaciones y la aplicación del Plan de Convertibilidad elevaron los costos de producción presionando a una débil industria nacional que, a medida que se implantaban estas políticas económicas, perdía competitividad en el mercado internacional. El cierre de fábricas y la baja de la actividad comercial trajo aparejado el alza de la desocupación que se acentuaba al avanzar la década, acariciando el techo del 20% a finales del año 2001, momento en el que se produjo una brutal crisis económico-político-social en el país. Es en ese entonces cuando se evidencia un proceso de marginación laboral, después de diez años de paulatino ocultamiento, comienza a visibilizarse la condensación de una nueva masa de desocupados que lucha por reingresar al mercado de trabajo formal. En paralelo, se van sumando las nuevas generaciones que se encontraban laboralmente disponibles para un reducido mercado de leve crecimiento económico. Es esta población relegada, residuo del mercado formal de trabajo, la que se incorpora a otro mercado: el negocio de la miseria. Nace una nueva pobreza estructural que se acentúa a medida que avanza la primera década del tercer milenio. Proceso que se solidifica analíticamente en el año 2012, radiografía de la investigación Nómades.


Acercamiento a la problemática. Pobreza estructural.

           Actualmente nos encontramos en la segunda etapa de trabajo territorial realizando entrevistas a personas que transitan la calle como medio de subsistencia. Cabe resaltar la significación social que emerge en los diferentes relatos y el interés que despierta la multiplicidad de personalidades que se expresan en cada uno de los encuentros Nómades. Pero estas individualidades aisladas del contexto histórico oscurecen la comprensión sociológica acerca de la compleja problemática. Nuestro análisis sistematizará conceptualmente el libre albedrío de las conciencias discursivas, superando así, argumentaciones voluntaristas con determinantes de índole psicológico. Un estudio inductivista de tales características, nos invitaría a pensar en las causas más profundas de ciertas tendencias pulsionares o a reflexionar terapéuticamente sobre la especificidad de la historia del entrevistado, aunque no daría cuenta del estudio de la nueva dinámica de estructuración que funciona como red aglutinadora de cuerpos.
            En este estudio se dejará de lado el rescate de la figura del croto por encontrarnos frente a una visión romántica del asunto. Construcción literaria ingenua en donde el linyera, en un acto de rebelión contra el sistema, elije su destino y se convierte en un bohemio que marca su rumbo de acuerdo al llamado de su libertad. Es así como el crotismo muere como una pequeña y simpática expresión de época. Sin un movimiento que los represente, desaparece en huellas dispersas de algún azaroso camino. Como perspectiva sociológica, nos respaldamos en una hermenéutica analítica que nos permita interpretar los múltiples discursos que dan sentido y construyen la cruda realidad. Ya no detenidos en un pasado atemporal y tampoco en excepciones que terminan confirmando la regla, nos situaremos en nuestro complejo presente para entender que las vivencias de estos parias urbanos no se justifican desde “lo que quiero” sino más bien a partir de “lo que puedo”. Nos encontramos ante una gran multitud acéfala de itinerantes citadinos.
            Para esclarecer la dinámica involuntaria de las personas en situación de calle (PSC), construimos dos grupos de tipos ideales: las viejas generaciones de desocupados formados en la década del setenta u ochenta poseedoras de una cultura del trabajo; y la nueva generación de desocupados que formada en la década del noventa, es poseedora de una débil cultura del trabajo. Jóvenes con un imaginario laboral fragmentado producto de haber crecido en un contexto con altos índices de desocupación y en donde las leyes de flexibilidad laboral precarizaron las condiciones generales de empleo. Más allá de su capacidad o instrucción para desenvolverse en el mercado laboral, ambos grupos resultaron presos de las condiciones objetivas de un sistema que los empujó hacia un circuito marginal: nace la necesidad de subsistir en un mercado periférico que los asedia en un callejón sin salida.
            Los datos oficiales del último censo municipal (noviembre 2011) indican que la población (entre niños y adultos) que se encuentra en situación de calle ronda las 1500 personas, sin contar los alojados que utilizan los servicios de hogares, paradores etc., o los beneficiarios del subsidio habitacional. Por otro lado, organizaciones de Derechos Humanos, partidos políticos opositores, fundaciones y ONG’s que trabajan en la problemática denuncian que el número de personas que pernoctan en las calles de la Ciudad de Buenos Aires asciende de 7000 a 15000, concentrándose el mayor porcentaje de población en la Comuna 1 (de Retiro hasta Constitución y de Paseo Colón hasta la Avenida Entre Ríos). Zona de oficinas y negocios donde se descarta gran cantidad de material reciclable Ej.: cartones, botellas, etc.; además que en el lugar se observa el andar de millares de transeúntes que a su paso ofrecen limosna; también se registra en estos barrios la mayor cantidad de servicios institucionales Ej.: comedores, duchas, etc. Nace una estrategia espontánea de supervivencia, la de combinar rápidamente los recursos a disposición en el circuito de la basura negociable: recolección de material y venta en chatarreros. Por otro lado, el pedir comida, el “pungueo”, el cuidar coches o limpiar parabrisas en esta zona de alta concentración poblacional, también se convierten en rebusques efectivos. Estos son algunos de los motivos por los cuales es frecuente observar el asentamiento de algún “rancho” en estos perímetros. Y si se tiene en cuenta el elevado precio de los alquileres de los hoteles y la discriminación que sufren las PSC en el acceso a los mismos, se comprende el por qué se construyen sistemas de vivienda precaria en lugares abiertos. Cabe resaltar que a las cifras señaladas se le puede sumar otra considerable cantidad de personas que padecen la orden del juzgado sobre un desalojo inminente. Por último, gran parte de las PSC que utilizan el servicio de refugio municipal (paradores), no logran solucionar su necesidad habitacional ya que se observa una continua alternación entre la calle y los diferentes dispositivos y/o alquileres precarios sostenidos con subsidios municipales a corto plazo (de 6 a 10 meses). En resumen, los altos índices estadísticos de PSC son una evidencia cuantitativa del proceso de pauperización que transforma esta indigencia en una pobreza con carácter estructural.


Mercado de la pobreza

            Nos encontramos ante una problemática compleja, difícilmente solucionable con el escaso y deficiente accionar del Estado. Desde la asistencia inmediata se propone paradores y subsidios como primera opción de “salida” para las PSC. Una contención que con el tiempo cerca a la persona en algún dispositivo de recepción, y sin tener la posibilidad de egreso institucional  (una revinculación social efectiva), es inminente el retorno a la calle o la resignación de estadía en los diferentes dispositivos. Se produce un efecto colateral: nace un círculo vicioso (calle-dispositivo-calle). Y el sistema funciona acumulando personas y se reproduce en el tiempo. Se retroalimenta a base de la producción de sujetos pobres que se enumeran (a través del informe social) como mercancía en stock de depósitos abandonados. Y retornan a la calle sumándoseles a los nuevos marginados que caen en desgracia. Personas necesitadas deviniéndose en “crónicos”, magnifican la cantidad de PSC que engrosan el circuito asistencial. Todos contemplados dentro de un sistema que produce el efecto estancamiento. La población asistida se convierte en dependiente de la oferta de servicios institucionales. No hay dispositivos que efectivicen una reinserción del individuo a la sociedad. Y en la planificación ministerial de los programas sociales se especula con el nulo poder de reclamo que presenta la población asistida, se diseñan políticas destinadas a contener marionetas acríticas. Se alimenta la caldera del negocio de la pobreza con carbón humano. Se apuesta a la disposición de cuerpos despojados de autonomía. La producción de marginales crónicos se fotografía en un sistema de conveniencia que acomoda al necesitado en el mercado de la pobreza. Y el proceso se transforma en estructural cuando el sistema legitimado continúa creando nuevos pobres para luego contenerlos. Funciona con éxito el círculo vicioso como movimiento esperado del desamparado. Se promueve la ampliación de itinerarios donde los beneficiarios aprenden algún circuito posible de subsistencia: comedores, paradores, hogares, etc., combinando dispositivos municipales, de ONG’s o iglesias. Comienza a naturalizarse prácticas dependientes que se fijan como única alternativa a la situación de calle. Y es con la actitud pasiva de los distintos dispositivos como se refuerzan los hábitos de subsistencia inmediata. Con el tiempo, estas rutinas de desenvolvimiento conviven con el “rebusque” rápido, estimulan a favorecer itinerantes subsumidos en la cultura del mendicante. Indirectamente se legitima el “pedir” como costumbre identitaria del pordiosero. Se contempla desde los distintos dispositivos, sin contrapropuesta, al limosnero que aprovecha la niñez, la vejez o la invalidez para garantizarse la dádiva voluntaria de algún transeúnte. Desde los dispositivos no se cuenta con los recursos necesarios efectivos para contrarrestar el hábito del mendicante: bolsa de trabajo, plan de vivienda, coordinación con los sistemas de educación y salud formal, plan específico de documentación rápida para los NN de las PSC. Se construye una leonera institucional que ofrece un señuelo: la entrada al circo del asistencialismo, allí donde se podrá disfrutar de la farsa para luego padecer la tragedia.
            Y en esta alternancia entre la calle y la estadía en los distintos dispositivos se conforman las “ranchadas” (Agrupamiento espontáneo de personas que habitan la calle en donde comparten una economía humana que se apoya en el grupo de convivientes para facilitar la subsistencia del individuo marginado, también llamadas “nuevas familias o familia de la calle”) en un medio definido, delimitándose en plazas, calles, estaciones, bajo puente, coches abandonados, etc. Aquí se reconocen hábitos de subsistencia que se generan en una cultura de la supervivencia del día a día, en la lucha contra lo imprevisible. Y es esta ocupación espontanea del espacio público, la que con el tiempo se transforma en una estrategia efectiva con la que las PSC logran presionar al municipio para ser acreedoras de programas o subsidios institucionales. Salir de la invisibilidad para hacerse presente a los ojos de la ley y exigir resarcimiento o ayuda a un Estado negligente. Y lo que en un primer momento era forzado por la situación de despojo, luego se incorpora al hábito de alternancia entre el lugar de origen y la ranchada. Se reconoce algún grado de conciencia estratégica: visibilizarse para generar efecto en la agitada rutina de la clase media. Y el acampe en lugares públicos trasparenta una cantidad de prácticas que en la mayoría de la población pertenecen al mundo de lo privado, alejadas de la opinión de terceros. Hábitos que se mantienen ocultos. Pero ahora, la exposición de prácticas (maltrato, violencia, asesinato, robo, peleas, adulterio, abuso, corrupción de menores, violencia de género, alcoholismo, drogadicción, convivencia con la locura, violación a los derechos del niño, etc.) de un grupo marginal adquiere carácter público. Se altera la sensibilidad moral del común de la sociedad. Se desestabiliza el orden primigenio en el debate colectivo. Se discute con incomodidad a cada minuto: en la hora del almuerzo, en los pasillos de la oficina, en cada esquina sobre los tabúes de nuestra cultura, aquello a lo que no se pueden nombrar (la muerte, el incesto, el canibalismo). Se recuerdan las pulsiones de muerte reprimidas, aquellas que permiten organizar la sociedad a través de su olvido. Se amenaza los cimientos ocultos de la moral compartida. La conciencia colectiva percibe la destrucción de la norma fundacional. Se transgrede el pacto moral que permite la convivencia. Y desde un vouyerismo accidental se condena la violación de la norma-moral establecida. La opinión pública comienza a exigir a la clase dirigente y a los magistrados que accionen justicia sobre la ilegalidad exhibida para reestablecer el orden moral. Se reclama interceder sobre el escándalo en el que se involucran los marginales que subsisten en ranchadas, ahora sí, objeto de intervención pública por su calidad contravencional.
            Y es mediante la represión al exhibicionismo o la persuasión de voluntades “anormales” como el aparato Estatal busca reparar la falta de ley y reestablecer a niveles aceptables las “buenas” costumbres. Desde la represión cabe destacar el papel que cumplen las fuerzas policiales, la guardia jurídica, los grupos de limpieza del Área de Espacio Público, la UCEP como grupo de intimidación parapolicial, etc., todo un andamiaje represivo que habilita innumerables negocios en el mercado de la pobreza: el negocio de la seguridad. Y desde el convencimiento cabe rescatar la tarea de reconvención de voluntades que produce el trabajo de los operadores sociales: trabajadores sociales y psicólogos sociales, predicadores religiosos, sociólogos, antropólogos y psicólogos. Un meticuloso articulado disciplinar al servicio del control de actitudes. Dos caras de la misma moneda donde se acciona para reestablecer el orden del mundo privado. Invisibilizar actos impúdicos para tranquilizar la perturbada conciencia pública y así poder olvidar colectivamente los tabúes develados para que, en última instancia, vuelvan al mundo de la propiedad privada. Se reprime una grupalidad pulsionar, aquella que ahora es objeto de opinión. Cuerpos nombrados, catalogados, “desviados” donde convive la doble intervención: la fuerza pública rotula al sujeto como peligroso y acciona para que se produzca la invisibilización forzosa. Y en el etiquetamiento de las ciencias sociales, se victimiza a los intervenidos para transformarlos en sujetos necesitados de políticas públicas y así lograr la añorada invisibilización consentida. Todo un aparato burocrático operando por restituir el orden moral. Y con estos mecanismos domesticadores nace la necesidad de un aprovisionamiento mercantil que posibilita la aparición de un ejército de proveedores que abastezcan, tanto el negocio de la seguridad (Ej.: vigilantes privados, cámaras, rejas, seguros, etc.) como el negocio de la miseria (Ej.: hogares, comedores, vales de alimentos, duchas, paradores, etc.).
            Y como cada dispositivo debe justificar su intervención de acuerdo con los requerimientos del paradigma moral imperante, nace la necesidad epistemológica de producir un saber legitimador: respaldar el accionar interventivo lavando las culpas de aquella opinión pública que reclamaba reestablecer el orden. Una metafísica humanista que busca salir del reduccionismo que rotula los cuerpos de acuerdo a su peligrosidad. Nace la necesidad social de etiquetar de acuerdo a los debates éticos de la época, y así promocionar con éxito el dominio institucional. Y se reclama a la praxis filosófica que se incorpore al negocio biopolítico. Un gris conceptual donde se disputa la mejor manera de modificar hábitos antropológicos, pero ahora con el humanismo necesario que las ciencias sociales exige hacia el respeto por las diferentes costumbres. Nace el espacio para que, directa e indirectamente, un nuevo y gran nicho de interés intelectual entre en el centro de la escena: nace el mercado simbólico de la pobreza.
     Estamos frente a dos enfoques antropofágicos que se yuxtaponen: por un lado, la transformación (represión/persuasión) del sujeto que desorganiza los imaginarios colectivos. Se busca estabilizar lo imprevisible y el caos, la desestructuración social visible que incomoda los tabúes que cimientan nuestros preceptos morales. Surge la posibilidad de construir una estrategia de aprovechamiento. Nace la red burocrática: actores beneficiados política y económicamente, empoderados con facultades de gestionar programas sociales conduciendo un clientelismo conveniente capaz de capitalizar los negocios a disposición. Todo un equipo de directivos institucionales que sacan provecho a los hábitos contravencionales, gerenciando las condiciones legales para que la pobreza se estructure en una dinámica mercantil. Por el otro, se detecta una antropofagia sutil, donde el accionar intelectual justifica el beneficio que adquieren los asistidos, una violencia simbólica que atraviesa el sistema de subsistencia a partir de la red de contención que produce el mercado de la pobreza.
            Y es el mercado de la pobreza el espacio social que brinda las bases para que se estructure un andamiaje simbólico y mercantil. Es específicamente significativo este cruce de biopolítica en una gran urbe zoológica, donde la ley natural de supervivencia se subsume a la imposición política. Poder circulante que ejerce su dominación a través de una inmovilizante red de dispositivos revestidos de humanismo. Desechamos cualquier argumentación que considere la dominación social debido a la supremacía y posicionamiento del más apto en el mercado. Se discutirá contra cualquier fundamentación basada en el Darwinismo social. La sociedad de clases tiene múltiples mecanismos para encubrir su dominación y proponer el libre ascenso social como camino ficticio para la disputa hegemónica. Y se despierta en la investigación Nómades una motivación especial: nuestro deseo de criticar la dinámica naturalizante del orden establecido, la injusticia que genera el aplacamiento de la posibilidad de cambio y la resignación de nuevas búsquedas de alternativas. Es en este contexto en donde se denuncia la internalizada microfísica de poder que fomenta la recepción pasiva de los derechos vulnerados del ciudadano marginado. Ahora sí, develaremos ciertos mecanismos y múltiples prácticas que se desarrollan en un proceso que continúa reproduciendo nuestro aceptado y perverso mundo de la vida. Nos centraremos en dos esferas diferenciadas: tanto en la producción de las prácticas cotidiana de los actores que viven en las ranchadas, en esa frontera tribal de las micro acciones, para luego y en segundo lugar, analizar su circulación en los distintos dispositivos aglutinadores de personas; y finalmente estudiar el enlace con la alta esfera, la dimensión del accionar de lo macro Estatal y el acompañamiento de instituciones sociales, medianos sistemas de asistencia civil. Buscaremos traslucir los sistemas subsidiarios que rondan alrededor de los programas públicos, grandes presupuestos donde acciona el poder municipal en cuanto a programación burocrática de políticas públicas en materia social. Siendo estas dos dimensiones y su articulación objeto de estudio de la investigación Nómades.
            Es entonces este marginal mercado de la pobreza el que emparcha la expulsión del mercado formal. Nacen nuevas actividades que giran entorno a la miseria: se expanden los chatarreros, changarines, punteros; también se multiplican los hogares, iglesias, comedores, etc., toda una infraestructura edilicia y humana que contiene la circulación de cuerpos marcados. Fundamentalmente, desde los requerimientos de los programas municipales se construye la figura del beneficiario con sus exigencias y características, espacio simbólico de disputa, entre una oferta y demanda de negocios que flotan sobre la necesidad de los marginados. Se afianza un mercado de la pobreza, sistema satélite que se incorpora gradual y directamente, mediante particulares mecanismos, a la macro economía y política social. Cuantiosos presupuestos ministeriales (El presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social del GCBA para el año 2013 asciende a $2197 millones de pesos, un 31% más que en el año 2012) asegurados por la mediatización amarillista, seguido de la incorporación de la problemática en la agenda política.


Proyecto de investigación

            El equipo de investigación Nómades registrará, mediante una muestra cualitativa, las experiencias de los distintos actores sociales que intervienen en este nuevo escenario. Analizará los discursos de las instituciones que trabajan para solucionar la problemática habitacional y, por sobre todo, la voz de la población que hoy en día sobrevive en situación de calle. Seguiremos la conocida máxima: “Las situaciones que las personas definen como reales tienen consecuencias reales”, sabiendo que algunos son afectados por los que otros definen.
            Actualmente realizamos un trabajo de campo en el cual nos valemos de entrevistas abiertas para captar las diferentes voces de los eclécticos actores sociales. Además completaremos el estudio con otras metodologías: con la etnofotografía y el material fílmico produciremos un acercamiento más profundo a la múltiple realidad, desatando algunos nudos en las intersecciones de un lenguaje polisémico trenzado entre el discurso y la imagen.
            Variadas temáticas a estudiar son de nuestro interés, tales a saber: el origen religioso del asistencialismo y su continuidad moral en la asistencia del Estado, el funcionamiento ineficiente del programa BAP (Buenos Aires Presente) como planeamiento inclusivo y respuesta reparatoria necesaria a una problemática que se incorpora en la agenda política. En cuanto al nacimiento y producción del nuevo mercado de la pobreza, nos centraremos en la circulación de discursos justificativos y en la reproducción del espacio simbólico por: el arrastre gozoso de prácticas consumistas internalizadas en la población en situación de calle y en segundo lugar el financiamiento, la especulación y la publicidad a cerca de la problemática, construcción de un sujeto beneficiario a través del enfoque pragmático de todas las instituciones y dispositivos que trabajan en la problemática. Un doble juego de circulación que nutre y fortalece el mercado satélite de la pobreza.
            Entendemos que las PSC se encuentran muy lejos de estar excluidas del sistema de mercado, muy por el contrario, se encuentran inmersas desde los márgenes, sirviendo con sus cuerpos como materia prima a un sistema político-económico-social perverso en pleno y vital funcionamiento que posibilita y se beneficia estratégicamente con la producción de sujetos pobres. Por otro lado, se descarta o se quita énfasis en el poder de resistencia de los hábitos contravencionales por carecer de fuerza contra hegemónica. No representan una desestabilización real para la cultura de la clase dominante. Siendo los actos de: sabotaje, bandidaje, cultura del ocio y reviente, robo, incesto y demás tabúes sociales, los que se encuentran subyugados debajo de ciertos criterios prefijados en una cultura hegemónica. Pequeños desvíos que rápidamente se estabilizan o corrigen, se reafirma, una vez más, el orden imperante. Hábitos de la calle que se unifican en una ley de reproducción propuesta por la cultura dominante: el consumo compulsivo de mercancías. El consumismo inconciente es el rasgo en común que actúa como unificador del marginado, haciendo parte a aquel que en apariencia se encontraba excluido. Estamos en presencia en una marginalidad del goce. Cuerpos enceguecidos frente al placebo que ofrece la satisfacción inmediata, un micro capitalismo consumista y dosificador de resistencia, que experimentan en carne propia, los que también sufren desde los márgenes del sistema el peso de la desigualdad y el aprovechamiento económico político y social de su condición. Se estudiará cómo se produce, circula y se reproduce un nuevo mercado de beneficiarios de acuerdo a la oferta y demanda que habilita la necesidad de aglutinar personas que, enajenadas de sus herramientas facultativas, se transforman en dependientes del sistema que los paraliza como personas. En segundo lugar se hará foco en cómo funciona la especulación que alimenta al negocio de la miseria y cómo esta dinámica favorece la reproducción del sistema mercantil, ampliando el marco efectivo donde se espirala ascendentemente el mercado de la pobreza.
            Desde esta perspectiva surge una hipótesis: las prácticas de los programas de asistencia Social del Ministerio de Desarrollo Social del GCBA que hoy trabajan en el tema, lejos de solucionar la problemática de las PSC, ejercen un control sobre la población asistida, además que favorecen la existencia de presupuestos para que se atienda a la problemática social, que alimentan una burocracia parasitaria, luego retroalimentando el círculo vicioso entre el mercado de la pobreza y la administración político-económica de la indigencia. En segundo lugar, y sumándosele a la anterior sospecha, se observará en el imaginario de la población entrevistada cómo impactan las disciplinas del área social que intervienen sobre los asistidos, que al contrario de promover hábitos saludables y autónomos en las PSC, generan dependencia y control de conductas contravencionales, estimulando la sumisión inconciente de aceptación de su estado de padecimiento, generándose la condición de posibilidad simbólica para que se reproduzcan las micro-prácticas dinámicas del mercado estructural de la pobreza.
            Para finalizar, múltiples temáticas se enmarcan en nuestro interés: el paco como elemento que irrumpe la escena central de la nueva problemática, y como sustancia límite en la perspectiva de consumo problemático en la reducción de daños, la pérdida de la cultura del trabajo en las nuevas generaciones que se formaron en la década de los años noventa y que se incorporan al naciente mercado de la pobreza, la discriminación que sufren las PSC en el acceso al mercado laboral y la lejana inclusión al sistema formal de educación y salud, el nulo acceso a la vivienda, la sobrevivencia por medio de la mendicidad y el cartoneo, la capitalización gozosa por parte de los actores que se benefician en el placebo del mercado de la pobreza y la reproducción cómoda de la condición del miserable, son algunos de los innumerables temas que emergen en cada una de las entrevistas que nos instruyen en una radiografía de prácticas sociales compartidas que se articulan en una estructuralidad aplastante que reproduce la propuesta dominadora del Estado. Ecografía Nómades: Punta del iceberg de una problemática social compleja que ha llegado para quedarse en nuestra sociedad, sólida y dinámicamente instalada como marca de nuestra indiferencia cultural.

                                                                           El Rufián


Bibliografía:

Ø      El conocimiento es colectivo.


martes, 27 de noviembre de 2012

La resistencia a la romanización. (Parte II)


     Sabemos muy bien que esta romanización está extendida en todo el proceso Wow. Sin darnos cuenta muchos somos o fuimos parte de este proceso de culturización. Basta recordar el uso del uniforme del BAP como elemento adoctrinador de diferencia social, o subir a una camioneta de determinado color, hacer informes de control sobre una o varias personas, realizar ejercicios de supuestos conocimientos por medio de cursos, comprender y poner en acción patrones que están impresos en guías educativas para y como abordar a un sin techo, entre otros ejemplos. La culturización de la romanización ingresa por todos los poros. Los satélites tan solo son adoctrinadores que florecen en momentos coyunturales precisos. El discurso se propaga por cada oficina por cada rincón y se familiariza en lo cotidiano de estar dentro del programa.
         Uno de los elementos por el cual fue detonador en mi actitud de rajar de la lucha fue precisamente esta idea de adoctrinamiento. El temor y la sensibilidad de no ser bien romanizado vive constantemente en las caras y en las mentalidades de los actualmente y (de los que aun no desarrollamos las actividades) y de los que desarrollan la actividad de armar informes sociales o ¿de salir a combatir la  pobreza? Pobreza que es reproducida en las mismas lapiceras de aquellos que arman una derivación, pero el tema de la preproducción de la pobreza tiene un párrafo aparte y me encargaré en otro momento cercarnos.
         En esta argumentación el tema puntual es que se pide en la resistencia del proceso Wow. ¿Se pide la romanización, una romanización moderada, castigo a los culpables, se pide un sueño guevarista de igualdad socialista, se pide la reincorporación, los salarios justos y decentes?
En realidad no se pide nada y toda a la vez. En realidad no se pide nada porque no es claro el concepto de la lucha Wow. Dicha lucha está más cerca de una revuelta de un colegio secundario que de una protesta de cambio radicalizado. Como sabemos, tanto el gremio de ate como sutecba son lo mismo. Ambos luchan por intereses y no les interesa en nada un proceso de desromanización. Daré mis argumentos cuando toque el tema sindical, en el cual estoy trabajando, y será en breve tiempo. En el proceso Wow no existe pata mediática, ni pata política, ni pata jurídica, ni pata soberana (entendiendo soberanía como el pueblo). Lo que hay son intereses adolescentes y desesperados. Desesperados por quedar sin laburo y adolescentes por la forma de organización.
         También se pide todo pero no se pide lo básico que es la forma de hacer el trabajo y derechos sobre el objeto de trabajo. Más bien se pide ser un romanizado. Pasar a planta con un buen sueldo, un respeto de parte del protectorado a un espacio constructivo y adolescente. Hay un ego demasiado explicito en el ambiente de pensar en uno mismo y en sus conflictos. En esta clase de programas nunca se pensó en realizar algo integrador, lo poco que se hizo fue desde el protectorado romano y con su autorización.
Nómades rompe con ese ciclo y así se le paga. Con total ignorancia cuando se le plantan a discutir, con total ostracismo cuando intenta poner hipótesis, con el alejamiento de profesionales cuando se los invita a discutir y ampliar el espectro temático. A Nómades se lo castiga con despidos y alejamientos.
         Queda más que claro que esta lucha Wow tienen una dirección clara  “ser un romanizado” a toda costa estar dentro de roma, como sea. Sino la lucha tendría que tomar otros causes y más directos. Como dije al principio de mi exposición: la violencia es la última arma a tomar, pero una arma legal.
Es legal cuando del otro lado la violencia es espiralada y directa, violencia que se perpetua de manera naturalizada y sabemos muy bien que no hay nada naturalizado solo el dogma. Y estas esferas romanizadas impregnan el dogma de manera precisa y todos lo sabemos. No sirve luchar para ser un romanizado.
Los caminos de resistencia habituales están agotados; asambleas, pata sindical, mediatización, etc. Están terminados. La historia lo demuestra. No es descabellado pensar en secuestrar y asesinar a los responsables de este proceso de precarización laboral y despidos dentro del programa denominado Wow.

BENGALA  


lunes, 26 de noviembre de 2012

Proceso de romanización en el BAP. (PARTE I)


       La dominación de ciertas elites no se da por medio de la violencia. La violencia es una herramienta utilizada como último recurso. Por medio de la fuerza y su monopolización se logran resultados exitosos de sometimiento. Pero también tiene su contraparte negativa; genera temor, es arriesgada su utilización por qué expande la duda en amigos y enemigos, es cara, tiene costo político y religioso. Pero la violencia principalmente tiene que tener un justificativo, tienen que ser creíble para la mayoría. La violencia se utilizará como último recurso, cuando por todos los medios el objetivo es inalcanzable o se ejerce supremacía violenta del otro lado es ahí, en estos estadios, donde se utiliza la violencia.
         Los líderes políticos y religioso de Roma lo sabían muy bien y eran bastantes diestros en el manejo de una vedada diplomacia. Lo habían aprendido de los etruscos, en parte y en otra parte de los legados helénicos. En realidad roma no hizo nada novedoso, todo su poderío era obra de una articulada disciplina y una copia constante de los referentes religiosos y políticos de las zonas que iban  conquistando. A estos los unían por una compleja red político/religiosa al imperio y desde esa perspectiva justificaban toda su red de poder por medio de satélites político /religiosos fieles al imperio e indígenas de la locación conquistada, mas una reserva militar romana – local que funcionaba como parte concreta de la violencia esporádica que solía florecer en distintas zonas del vasto imperio. Esa violencia esporádica estaba dada por grupos insurrectos que no se adaptaban al proceso de romanización emprendido para mediados del siglo III a.c y que tuvo su mayor exponencial posterior a la pax augustal y comprendió los periodos de trajano y Adriano.
         En síntesis, la romanización es un fuerte proceso de culturización que tiene tres patas centrales; el latín (la lengua romana), el derecho romano (la justificación legal) y la religión romana (la justificación espiritual y de mentalidad, no se debe pensar religión desligada de lo político en esta época). A partir de estas tres patas se desarrollan distintos enjambres de fusión social. El núcleo de masificación  se da en la bisagra político indígena y en la esfera estatal de roma. O sea, se elige dentro de los territorios conquistados a varios líderes ejemplo , dentro de los galos, hispanos, germanos y se y a estos habitantes se  les brinda el título de ciudadano de roma a cambio de fidelidad, control y obediencia total a Roma . Ellos son los que se encargarán de disciplinar por medio del las tres patas a los súbitos. Si los súbitos no acatan la orden del satélite es ahí donde ingresa la fuerza militar o sea, ingresa en ultima instancia y cuando ingresa lo hace de manera disciplinada.
         Este procesos, realizando una transpiración (que por lo habitual no las recomiendo) es ampliamente consistente con la lucha que se lleva a cabo en el BAP.


Los satélites del imperio en el BAP.

         Les propongo realizar un ejercicio didáctico ligado al proceso histórico de romanización. Vamos a ser los siguientes cambios. primero; en lugar del imperio romano vamos a poner el imperio estatal, en lugar de cónsul romano (el cónsul es la cabeza política en Roma) vamos a poner a un director máximo de área, vamos a cambiar al procónsul o protector (el encargado de ordenar y administrar un provincia romana, se entiende por provincia romana a un parte geográfica conquistada por Roma ejemplo la iberia actual España o la Galia actual Francia , Bélgica , Holanda , parte de Alemania) y vamos a poner a un coordinador de área y finalmente ponemos al satélite o los satélites políticos – religiosos indígenas que se les brinda atributos de ciudadanos romanos , en este caso serán empelados del programa quizás con un cierto rango (menor) una superioridad jerárquica adquirida por años de trabajo o por relativo acomodo en devolución de favores políticos y sexuales .
         Una vez aclarado el panorama nos centraremos en un eje espacio temporal preciso. Agosto – setiembre del 2012 en el BAP. Plena lucha WOW (que ya la explicamos anteriormente en  gobernanza en el BAP).
Una lucha política con paros genera desestabilización en la cúpula política de cualquier centro de poder , hay una causa y un efector sobre estos hechos que son irremediables en este mundo político contemporáneo post crisis del petróleo que cambió el panorama político, creando un mundo político con aspiraciones neo liberales marcadas . Hoy en día no se hace política de bienestar como se realizaba en la década del 50, del 60 o hasta mediados del 70. Hoy se hace carrera política y por carrera se entiende evitar o eliminar obstáculos y una huelga es un obstáculo terrible en la cualquier cúpula política.
         En este caso es necesario activar los resortes de los satélites romanizados, para que actúen como elementos adoctrinadores y logren superar la crisis de manera pacífica y armoniosa.
Es aquí donde entrar  los empleados romanizados.


El empleado romanizado (características).

         Un buen empleado romanizado surge en estas coyunturas de conflicto, ahí se ve la pasta que tienen. No cualquiera (¿o quizás la gran mayoría?) de los empelados tiene las características para ser romanizado. Ante todo debe ser un empleado de doble o triple discurso. De esta manera puede ingresar a la esfera del conflicto con una doble mascara, por un lado la de protector y por otra la de regidor. Doy un ejemplo clarificador. Un empelado que tiene contacto con el sindicato de sutecba nos va a decir “quédate tranquilo estoy solucionando todo, mañana me junto con fulano, pero ustedes no hagan quilombo”. En este caso la situación es la siguiente. El empleado romanizado va a ir a hablar con un representante del protectorado, el representante del protectorado tendrá un discurso armado que baja una línea política del cónsul y este delegado gremial le dirá una o varias excusas para justificar despedidos o represión, los ejemplos sobran. El romanizado sabe muy bien que su puesto laboral no corre peligro por el hecho de estar romanizado y llevará la buena nueva a la esfera conflictiva con un ¨” hice todo lo posible, pero no hay caso este HDP es terrible”. Ahí muestra las dos caras que le permite emprender dialogo con la esfera en conflicto y con el delegado del procónsul.
Otra característica importante es manejar el derecho romano (no vamos a explicar que es el derecho romano) pero la idea es justificar que toda acción tiene responsables y que las leyes que gobiernan en un programa son naturalizadas, los ejemplos son los siguientes; “ustedes también armaron quilombo y tienen que haber culpables. “Si una mujer sale con minifalda es posible que se la violen porque está incitando” o “mira esta foto que subiste, sabes que te mandaste cagadas”. Con estos ejemplos se  justifica la dominación por medio de la naturalización de los hechos por ejemplo; siempre van a hacer unos contratados, tienen que pagar derecho de piso, ustedes no tienen representación, etc.
Sabemos muy bien que la naturalización depende de los dogmas pero toda acción es social e histórica y por lo tanto es permeable a cambios. No hay nada dogmatizado.
         Pero el dogma está ligado con la religión y un buen romanizado debe estar convencido de que los dioses romanos no son paganos y son superiores a los dioses locales. Como se ve el aspecto religiosos en el  proceso WOW rememoran las políticas actuales y de los ancestros. Por ejemplo; estuve en el choque, me corrieron en la villa, me agarre a trompadas por mi laburo, cuando compraste el jean yo lo hice bermuda, hable con el capo que corta el bacalao, cree esto es así. En este caso lo religioso para el romanizado pasa por el status de haberle dado la mano a un fulano de poder político  o haber estado en una catástrofe. La religión es la experiencia, es el dios, es lo que da el poder y el derecho a adoctrinar.
         Otra cosa a tener en cuenta en el romanizado es la fidelidad, tienen que ser sumiso y adiestrado en su actividad. No puede dudar, debe lamer las botas del protector como si fueran las botas de un dios romano. No puede fallar, jamás debe fallar. Esto se considera desde el útero del buen romanizado tener una actitud meramente hipócrita y psicópata. No hay culpa que valga la pena adorar, no hay dios que rezar, el protector es el protector. Estos casos van ligados, por lo habitual con promesas de parte del protector. A modo de ejemplo; desármame este quilombo y mañana sos de planta, trabaja tranquilo espiando y después arreglamos aquello que te prometí el año pasado. En esta instancia no hay vuelta atrás, si se tienen que mandar al frente a un amigo, a una pareja, a un compañero de la vida se hace y no hay  pulso que tiemble. La parte psicópata surge de manera efectiva y perfecta y el circulo del romanizado se cierra.
         Ahora la gran pregunta es; ¿quién es o son los romanizados?

                                                    BENGALA 



miércoles, 21 de noviembre de 2012

Romanización en el BAP


“Gobernanza: una forma de gobierno que no pasa por la acción aislada de una elite político – administrativa relativamente homogénea y centralizada sino por la adopción de formas coordinadas a distintos niveles, y multiactoral, en cuanto incluye al sector público y el privado, los actores de la sociedad civil y el mercado” .
 (Ruano de la fuente y Boaventura de Sousa Santos) 




Grupo Nómades



Gobernanza en el BAP


                En estos últimos tiempos el proceso académico y la lucha Wow (lucha del Bap) están teniendo una simbiosis por la forma que llevo adelante el abordar de los temas. Tal ligazón se debe a muchos afectos que dejo en el Bap y a ciertos enemigos políticos que mantienen en jaque las justas decisiones de mis ex compañeros laborales. A los cuales considero, más allá de su táctica de lucha, como ejemplo y baluarte de una nueva política de resistencia que viene asomando en estos últimos años y se hace carne viva de manera extrema y valiente en la lucha Wow.
                Hace algunos días, analizando el proceso de privatización de YPF, encontré un término muy interesante denominado “gobernanza”. Este pensamiento es propiedad de la filosofa Yolanda Ruano de la fuente (española doctora en filosofía) en el cual expresa lo siguiente; “Gobernanza: una forma de gobierno que no pasa por la acción aislada de una elite político – administrativa relativamente homogénea y centralizada sino por la adopción de formas coordinadas a distintos niveles, y multiactorales, en cuanto incluye al sector público y el privado, los actores de la sociedad civil y el mercado”. Me pareció fascínate la descripción de adoctrinamiento social que se usa para el concepto gobernanza. Sentí la sensación que dicho pensamiento es aplicable a la lucha Wow.
Lucha Wow.
                Antes de abordar y desmembrar el concepto de gobernanza, tenemos que saber que es la lucha Wow. A principio del mes de Agosto del 2012 los trabajadores contratados del programa Buenos Aires Presente (BAP) decidieron tomar medidas de fuerza ante la falta de pagos de sueldos, condiciones precarias laborales, amenazas de despidos y precarización laboral.
El BAP es un programa creado a fines del siglo XX y tiene la finalidad de asistir a personas en situación de calle, intervenir (como figura estatal) ante la vulnerabilidad de derechos básicos y acompañar y dar auxilio a personas que fueron victima de desastres. El Bap intervino en catástrofes como cromañón, el derrumbe del centro, los choques de trenes, entre otras terribles desgracias creadas por la ineptitud de los gobiernos de turno. Cabe destacar que dentro de las filas de dicho programa la mayoría son contratados y los profesionales son de altísima calidad (psicólogos/as, trabajadores/as sociales, sociólogos/as, y algún que otro historiador/ra).
                La lucha de agosto estuvo plagada de paros que consistían en retención de actividades y de una guardia mínima ante cualquier imprevisto de emergencia. Las autoridades políticas a cargo y el sindicato de sutecba jamás se hizo responsable de solucionar el conflicto. La única solución fue el despido de cuatro trabajadores alegando restructuración en el programa. Como fue de esperar la orden partió de la cúpula sindical y el poder político asistió a realizarla  de manera concreta. A posteriori se desactiva un brazo muy importante del programa, denominado BAP Zonal el cual asistía a personas en situación de calle constantemente (de lunes a viernes de 8 a 20) creando con  los asistidos un lazo muy fuerte de ayuda emocional e institucional. Los empleados del “zonal” fueron reubicados en el área del móvil que consta salir con una camioneta y evaluar puntos que entrega que emite la coordinación de manera esporádica y sin posibilidad alguna de abordaje territorial y seguimientos precisos.
Dentro de este proceso de idas y vueltas se gestó un entramado de hipocresía absoluta que creo y agitó la cúpula  política, el sindicato, el personal de coordinación, personal de planta y algunos contratados fieles a las directrices políticas. En definitiva, el clima se enrarecía, ingresó ATE para darle apoyo al grupo que mantiene la lucha (mayoritario). Hubo amenazas de sutecba, silencio de la cúpula política y como carne de cañón se instaló  un discurso amenazante por parte de la coordinación y los empleados de planta.
            El proceso  Wow, actualmente mantiene sus venas abiertas, con amenazas de cese masivo de personal ara el mes de diciembre del 2012 y con violencia discursiva por parte de la coordinación y otros actores sociales.


Gobernanza.

               Una vez realizada la introducción al proceso Wow y detallando las características y elementos del mismo, me adentraré a comparar el concepto de gobernanza con la situación actual de los queridos compañeros que resisten en el emblemático el Rawson (base operativa del BAP).

una forma de gobierno que no pasa por la acción aislada de una elite político – administrativa relativamente homogénea y centralizada sino por la adopción de formas coordinadas a distintos niveles, y multiactoral”. 

En esta frase de la filosofa nos encontramos con ciertos elementos muy marcados dentro de la lucha de BAP. Uno sin duda es el adoctrinamiento laboral y la creación de agentes (terceros) que sirven como correa de transmisión de un discurso jerarquizado que tienen como destinatario al empleado raso. Es un proceso de descentralización llevado a cabo para amedrentar cualquier tipo de pensamiento heterodoxo que pueda ir en contra de la política dominante del momento. Ejemplos sobran “tenés que pagar el derecho de piso”, “confórmate con lo que tenés” “esperá el pase a planta”, “no entendiste nada”.
Este discurso no es llevado a cabo por la elite política o sindical, sino por los empleados de planta, la coordinación y los supervisores. De esta manera se adoctrina al empleado a seguir buscando un paraíso que jamás llegará y ese paraíso se llama “ser de planta”.
El sindicato deja la ganancia de tener afiliados y si contratados por un tema clientelar. En primera instancia sirve como filtro a desacatados y en segunda parte sirve como pacto con la dirigencia política que ceden territorio para lograr pactos a niveles más altos. Un ejemplo clásico es “te dejo ingresar cincuenta contratados y vos, poder político, no tocas a ningún compañero de estas y estas áreas”. Esta es una política que hizo raíces a partir de los 70 y bien se puede observar en la película el traidor. Resumiendo; tenemos un actor social (terciarizado) que absorbe el discurso jerarquizado de la esfera política y sindical, y reproduce como loros ante empleados novatos.
Una segunda característica de gobernanza son los lazos de amistad. Por lo habitual son reproducidos por coordinadores, supervisores y compañero de planta o contratados. La idea puntual es afianzar la amistad y la fidelidad anexada al discurso anterior de sumisión laboral. Estos elementos son los que tienen el magro y patético accionar cuando se formula las listas negras y son muy importantes en la cadena de la dinámica que lleva a cabo el adoctrinamiento. Esta acción se vio palpable en la última semana de agosto dentro del proceso Wow cuando se confeccionaron los nombres de los operadores que luego fueron despedidos.
Entonces tenemos una descentralización del poder político – administrativo, fundamentalmente en la correa de transmisión del discurso extorsivo y tenemos (también) una multiactoral de sujetos que son funcionales al poder político y sindical de turno. El concepto de gobernanza va cerrando cada vez más.
“en cuanto incluye al sector público y el privado, los actores de la sociedad civil y el mercado”
La gran pregunta es donde ingresa el sector privado en toda esta lucha. El sector privado ingresa en varios aspectos. Mucha de la plata que recibe el programa son de entidades privadas; Opus Dei (no es privada pero mantienen fuertes lazos con empresas), universidades privadas, medio de comunicación, ONG, etc. Indirectamente hay una acción privada. De hecho parte del estado se subvenciona con entidades privadas por medio de impuestos indirectos (IVA) de aportes para reducción de ganancias o por intervención y pactos fiscales y políticos que realiza el gobierno de turno con empresas de bajos costos laborales y altos réditos (pero ese es otro tema, ligado a la ganancia post crisis de 1973 y el cambio direccional de capitales industriales a financieros, sería la caída del estado de bienestar). Pero dentro de la correa de transmisión del discurso doctrinario, existe una frase que es naturalizada “peor estarías en el ámbito privado, así que cuida el trabajo en el sector público”.
Detrás de esta frase, que no es menor, existe el ideal del empleado público gasallesco. Es un concepto errado porque los profesionales del BAP soportan las peores humillaciones laborales, trabajan con una franja social de condiciones terribles que crea este capitalismo financiero con sus crisis cíclicas y sus políticas de hipocresía. Trabajan en los desastres junto a los familiares de las tragedias dando las peores noticias, trabajan en las morgues, en los cementerios, con adictos, con delincuentes, con personas que tienen enfermedades infecciosas, con la pobreza. Y sin una contención adecuada. No se protege al trabajador en ningún aspecto; ni salarial ni psicológicamente. Son todas situaciones que los políticos de turno no solucionan y constantemente la reproducen. No es momento de explayarme en el tema, tendré otros tiempos para hablar y escribir sobre el mercado de la pobreza. Lamentablemente la pobreza es un mercado altamente rentable y se reproduce en el ámbito privado (expulsando) y en el ámbito estatal (conteniendo de manera precaria con políticas asistencialistas).
La mayor parte de la sociedad civil no está al tanto del esfuerzo que realizan los profesionales del BAP y menos del apreté que resisten cotidianamente  por parte de los multiactores sociales que quieren quebrar su voluntad de resistencia. El mercado de la pobreza es terrible, demasiado pesado para escribir un sábado por la noche.

Conclusión.

Me siento aun parte del programa, aunque me hayan despedido sigo siendo parte de este proceso Wow, y lo voy a seguir siendo por mucho tiempo, no es en vano la simbiosis.
No soy ningún intelectual ni deseo serlo. Estos escritos los realizo ,también y de manera tajante , por todos los compañeros que aun mantienen la acción viva y principalmente por esos egoístas que sabotean una lucha tan digna como ganar un mango mas  y asegurar una fuente de trabajo mas allá de toda ideología política .
            Considero, y este tema lo tocaré en otra oportunidad, que la misma gente que realiza la gobernanza actualmente en la lucha Wow no hubieran dudado en marcar y ser parte de la desaparición de compañeros en  la época de la terrible dictadura cívico militar que tuvimos que afrontar a fines de los setenta y principios de los ochenta; tal cual como sucedió en Mercedes, en la Ford, en Ledesma y tantos lugares más, en donde solo se pedía un mango mas y estabilidad laboral. Hoy no lo pueden hacer porque una democracia se afianza cada días más (en la crítica, en la lucha, en darnos cuenta donde y quien somos) ante nosotros y principalmente a partir del 2003 con toda una reivindicación de derechos y una fuerte solidez civil y democrática.
Desde radios nómades repudiamos todo acto de violencia hacia los trabajadores del BAP. Sea una violencia directa por parte del sindicato de sutecba y la esfera política de turno, sea una violencia encubierta por parte de los coordinadores, supervisores, empleados de planta y contratados.
Este tipo de violencia llama la atención porque son residuos de la dictadura cívica-militar. Y veremos a estos personajes hablando de libertad, de anarquismo, de patria, de moral, de educación, de historia, de psicología. Y son simples estúpidos; baratos y abundantes, que tienen en la sangre la idea de gobernanza, la idea de adoctrinamiento y de rigidez criticas, son simples y fraudulentos ejemplos de gorilas.

Bengala














Guía de recursos del CABA


                
Grupo Nómades


domingo, 11 de noviembre de 2012

Reunión con Ramón Lanús (Director de Atención Inmediata GCBA)



Martes 6/11/2012, 16hs

Relato



ESPACIO CARLOS MUGICA

El martes seis de noviembre de 2012 a las 16hs en Desarrollo Social de Ciudad nos reunimos con el Director de Atención Inmediata, Ramón LanúsPor el ECM participamos Mercedes Carrasco (Hosp. Clínicas), Alejandra Pagotto y Marcelo Haluska (Mateada de los Lunes), Teté Di Leo (Comedor El Gomero), Marcelo Castillo y Horacio Ávila (C.I. Monteagudo), Hernán (Fte. Artistas del Borda), Javier y Débora (Amigos del Camino), Gustavo Viviani (Hogar Albisetti)



La reunión duró alrededor de una hora y pudimos acercarle los planteos que acordamos en la reunión previa del ECM. Nos presentamos y le dejamos la Declaración con las adhesiones que reunimos hasta el momento (recuerden que seguimos recibiendo ya que mientras se da a conocer la Declaración aparecen nuevas). Fuertemente se le reclamó la participación en la reglamentación de la Ley 3706.



Presentación

En primer lugar se realizaron las presentaciones tanto del Espacio Carlos Mujica (a cargo de Gustavo Viviani), donde se comentó la larga experiencia de las instituciones que forman parte del ECM y la necesidad de fortalecer la ley de Personas en Situación de Calle.



La presentación de Ramón Lanús, quien está a cargo de la Dirección General de Atención Inmediata, desde hace un año, comentó que la dirección general tiene tres gerentes operativos que manejan el BAP y 690; Paradores y Hogares; seguimiento de casos sociales. Además se mencionó un programa “Nuestras Familias” que está cerrando, y por lo tanto es residual.



Desarrollo de la reunión

En segundo lugar, las reiteradas referencias de Lanús a la articulación entre el Estado y la Sociedad Civil como una marca distintiva de la gestión, condujo a dos comentarios. El primero a cargo de Javier (Amigos en el camino), quien afirmó que aquello en lo que puede colaborar el Estado es en ofrecer recursos económicos. La segunda intervención estuvo a cargo de Horacio, quien pregunto respecto de ¿Cuánto evalúa el Gobierno de la Ciudad la participación de la Sociedad Civil en la reglamentación de la Ley? ¿Cuánto está dispuesto el Estado a la participación real? La respuesta a esta pregunta quedó en suspenso. Horacio continuó con el planteo en otro momento de la conversación afirmando que la participación en la reglamentación de la ley, permite que desde la voz de la propia gente se pueda decir qué sirve, qué funciona y qué no en las intervenciones de la problemática. Sin la participación de las organizaciones no se podrá implementar la ley, porque ella misma supone que esto sea así.



Horacio consultó cuál era la situación del BAP Zonal, ya que se subió a los operadores a los móviles y esto fue una desarticulación de cierto trabajo que se venía llevando con algunos resultados. La sensación es que algo que funcionaba se desarticuló sin motivos. Y en la condición actual no se arma el vínculo necesario con la gente que requiere de un trabajo diario y permanente. En este mismo sentido se planteó que pareciera que el gobierno y las organizaciones que formamos parte del ECM, partimos de realidades muy diferentes. Se revaloriza como enfoque el trabajo desde la cotidianeidad de la vivencia para la formulación de intervenciones y políticas públicas. Desde el trabajo cotidiano se identifica, por ejemplo, que las altas psiquiátricas indiscriminadas, aumenta la población en calle.



La preocupación que aparece desde la posición del ECM es que la reunión tenga algún resultado que se pueda ver.



Lanús insiste en que la nota distintiva de la gestión es el trabajo conjunto con las organizaciones, de hecho se mencionó la cantidad de recursos que se destinan a los convenios con las organizaciones de la Sociedad Civil. Y la articulación cotidiana conFundación Sí (Manuel Lozano) Red SolidariaNoches de la Caridad y El Pobre de AsísLanús dice que su estilo de gestión parte de la experiencia de la gente que trabaja. Que hay un espíritu para escuchar y tomar decisiones. Incluso la articulación es además que con las instituciones, con la gente suelta para ser más efectivos en lo que se hace. Se lleva adelante desde la Dirección una política muy activa en articulación con una Sociedad Civil muy ágil. Aunque hay una diferencia entre un Estado que es grande y las organizaciones son en su generalidad pequeñas. Los logros desde la Dirección han sido que varias organizaciones que trabajan con la problemática reciben los recursos del Gobierno de la Ciudad. Además, se multiplicó el personal en el área de su dirección, se refaccionaron los paradores y hogares y nunca se cortó el presupuesto para el subsidio habitacional.



En respuesta a la pregunta por la reglamentación de la leyLanús afirmó que hay voluntad de escuchar pero están quienes deciden sacar el decreto reglamentario. Lanús admitió que él mismo hizo comentarios, y que no estando autorizado a informar, va a elevar la inquietud sobre esta cuestión.



Lanús propone la conformación de una “mesa chica” del ECM para operativizar el diálogo sobre la reglamentación de la ley.



A continuación Gustavo Viviani comparte los puntos que aparecieron en la reunión del ECM el día 26/10 como relevantes para ser mencionados en la reunión con Lanús:

- preocupación por la falta de experiencia de los operadores sociales, y la disposición a encontrarnos con los trabajadores del BAP

- preocupación por la desarticulación del BAP zonal

- la consideración que los centros de inclusión y los hogares son superadores de los paradores, porque permiten dar más cosas que el techo

- preocupación por la ausencia de hogares para mujeres y de la 3° edad (sobre todo en la zona oeste y norte)

- requerimiento de conocer los profesionales de la Dirección y sus competencias

- inquietud respecto de cómo se está trabajando con las Comunas, pareciera que hay distintas recepciones de la problemática según las Comunas.

- preocupación, sobre todo en la zona sur, sobre la existencia de las brigadas anti paco, que realizan actos de violencia son PSC.

- preocupación por los datos que tenemos de las guardias hospitalarias que indican que por diversos motivos en lo que va del año murieron 115 PSC en Capital

- necesidad de implementar becas de formación profesional autogestionadas

- preocupación por el círculo vicioso que se genera entre el subsidio habitacional y el precio de los hoteles, así como lo restrictivos que son con las admisión de niños. En este último aspecto, Lanús responde que para este problema el Estado no tiene muchas más herramientas



Luego Hernán (Frente de Artistas del Borda) comenta que la forma de asistencia de los paradores genera cosas que deberían ser evitadas, frente a las escasas plazas disponibles en los paradores. Esto hace que se genera una feroz competencia entre los que están haciendo la fila, se pelean por el miedo a quedar afuera. Situación que se complementa con un reglamento interno que tiene un uso ambiguo o de aplicación rara, pareciera que se utiliza el reglamento con un uso más restrictivo o más flexible según la ocasión para manipular o regular la población, eso hace que mucha gente quede afuera. Cuando Hernán queda afuera del Parador Retiro va a la estación de micros y cuenta a las personas que duermen allí suelen ser entre 200 y 300 personas por noche.



Interviene Horacio (Monteagudo) para decir que el ECM está conformado por personas de acción, y que por eso sabemos que los tiempos de la gente en calle no es el mismo tiempo del Estado. Con relación al subsidio habitacional, hay un desacuerdo respecto del comentario de Lanús: si el subsidio se paga atrasado, esa noche esa persona se queda en la calle. Cuando pedimos esta reunión lo hicimos con un objetivo claro, y la intención es avanzar concretamente en algunas cosas. Las instituciones que manejan esos recursos compartidos deben estar a disposición de la gente. Para la próxima reunión deberíamos tener algún acercamiento en algunos de los puntos planteados.

Si el Estado está para hacer cumplir las leyes que se aprueban en la Legislatura, por ejemplo la ley no se está cumpliendo y el decreto 690 muchas veces tampoco. Nosotros desde nuestro trabajo diario, no vemos una merma de la población en calle sino un incremento. Las organizaciones conocemos a las personas, sabemos dónde está cada una de ellas y qué les pasa. De allí la necesidad de realizar un censo y no un conteo. Se requiere con urgencia un relevamiento del Estado en colaboración con los profesionales de las organizaciones para diagnosticar las necesidades que deben cubrir los dispositivos, para evaluar lo que el Estado debería hacer.



Mercedes (Hospital de Clínicas) interpela a Lanús y le pregunta si ¿El Estado sabe lo que hay que hacer? Pareciera que hay muchas cuestiones que no se conocen, y se realizan operaciones paliativas cuando se requieren intervenciones más integrales. Incluso en los paradores podrían hacerse diagnósticos con un enfoque integral y no sólo apuntar a intervenciones cortoplacistas cuyo instrumento paradigmático ha sido el subsidio. Con relación a enfoques integrales hay muchas instituciones que tienen experiencias de muchos años. Hay que pasar de la política focalizada a otra cosa.



Lanús: la acción del gobierno es integral, es darle a las organizaciones de la Sociedad Civil. Pagamos 1000 vacantes por noche. El programa de hoteles va cerrando, porque allí la marginalidad y la vulneración de derechos se cronifica en el hotel. Nosotros nos juntamos con algunas organizaciones e instituciones porque la transferencia de conocimientos ayuda.



Javier (Amigos en el Camino) Nosotros estamos, conocemos, la gente lo que más sufre es la indiferencia. Débora (Amigos en el Camino), “te tapan la cara, con 5 chicos en la calle y el embarazo de riesgo. En un hotel no te aceptan con $700 y con 5 chicos. Los Amigos en el Camino me ayudaron, ahora estoy con un amparo. En el parador (Costanera) son policías y me robaron todo. Te llevan al parador y se olvidan. Te da una impotencia cuando no le dan de comer a tus hijos porque llegaste tarde. Agarrás el número y se olvidan de vos. Yo hablo como uno más que puede estar afuera cagándose de hambre”. Refirió además que en el Ministerio la habían tratado muy mal y no le habían dado ninguna respuesta en varias oportunidades.



Marcelo (Mateada de los lunes) pregunta si hay convenios con provincia o nación. Ramón Lanús contesta que no tienen apoyo de ninguna de las dos instancias y que muchas de las personas que están en situación de calle en ciudad vienen de provincia. Es un problema del área metropolitana que excede a CABA.



Cierre

Gustavo, hay dos líneas que nos interesan: 1. el trabajo puntual y 2. la seguridad jurídica. La pregunta es cómo seguimos y Lanús contesta que hay que establecer una mesa de trabajo con el ECM. Horacio advierte que hace falta para este trabajo formación y vocación, y armado de equipos interdisciplinarios.







Más Miradas

·                    Muy buenas noches a todos.

Con relación a mi sensación de la reunión, la misma me resultó satisfactoria en todos los sentidos: pudimos expresarnos libremente, había muy buena disposición por parte del funcionario y quedó la puerta abierta para continuar el diálogo. Sentí también que los integrantes del Espacio Mujica que estuvimos presentes, pudimos complementar las intervenciones adecuadamente, siendo que cada uno tiene un estilo diferente, que va desde una mayor firmeza hasta otros estilos más sutiles, aunque en el fondo nos mueven los mismos ideales. En resumen, tuve la doble alegría del encuentro con un funcionario sensible y un grupo de compañeros sabios y jugados.
A modo de nota final/miscelánea les cuento que le escribí un mail pidiéndole disculpas porque me pareció que se había ofendido cuando le dije que creía que había cuestiones de la vida en la calle que no conocía y me respondió rápidamente, agradeciendo el mail y aclarando que valora el Espacio Mujica, que aprende de personas como nosotros y que se había quedado muy contento con la reunión.
Cariños para todos.
Mercedes Carrasco (Hosp. Clínicas)





·                    Amigos, resumo un poco la reunión de ayer con Ramón Lanús, Director General de la Dirección General de Atención Inmediata, de la Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario del Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Antes que nada quiero expresar que Ramón me cayó muy bien. Realmente creo y siento que está comprometido con la tarea que realiza, está muy empapado en el tema de la gente en situación de calle, conoce las diversas problemáticas y está en contacto con varias organizaciones y grupos que trabajan con gente de la calle, dentro y fuera del Espacio Carlos Mujica.
Estaban 
Horacio Avila, del Monteagudo, Gustavo Viviani, del Hogar Albisetti, Mercedes, del Sipam, Alejandra, de la mateada, Marcelo, de la mateada, Hernán, del frente de artistas del Borda y Tete, del Comedor de Barrancas; como broche, nos acompañaron Vane y Ale, ese hermoso matrimonio al que hace unos meses le conseguimos la casa en Del Viso.
Se habló un poco de todo: de la ley de gente en situación de calle y de la posibilidad que el ECM participe en su reglamentación, de la posibilidad de que los paradadores sean centros de integración y estén abiertos las 24 hs los 365 días del año, de la manera de implementar los subsidios habitacionales, de la problemática de los hoteles, los chicos, los precios, etc, de la posibilidad de armar hogares para gente de la tercera edad y para mujeres, en fin, varios temas que venimos tratando hace rato, sobre todo el Proyecto 7, de Horacio.
El eje de la reunión, creo yo, estuvo centrado todo el tiempo en la posibilidad de juntar y sumar esfuerzos, de trabajar juntos, de operar juntos en las diversas problemáticas. Y todo el tiempo sentí que Ramón estaba dispuesto a trabajar más comprometidamente, más íntimamente, junto a nosotros, en el tema.
Quedamos en tener otra reunión más adelante y creo que hemos dado un paso importante, ojalá mis sensaciones no me traicionen.
Lamento en el alma no haber podido hacer la recorrida de ayer pero queda para el martes que viene (en reemplazo de ésta) y luego el martes siguiente, siguiendo el cronograma habitual.
Los abrazo.

Javier (Amigos del Camino)





  • Impresiones sobre reunión con R. Lanús             

Me sumé a la reunión cuando ésta ya llevaba un tiempo.                                                                               En ese momento hablaba Horacio Avila.

Lanús bostezó 3 ó 4 veces, sin ningún miramiento y sin disculparse y su ayudante constantemente chequeaba su celular, el que Lanús a veces relojeaba. Sentí una falta de respeto hacia todos que por momentos se me hacía intolerable.                      Luego tomó la palabra él, que al menos en mi criterio, fueron solo palabras huecas  donde no concretaba ninguna acción, iba quedando claro que solo se trataba de conocernos y que “más adelante” sería la reunión de trabajo, una reunión “con menos gente”  a nivel de “profesionales” para pautar acciones.

Gustavo leyó los puntos que habíamos acordado desde el ECM para plantearle. Lanús pidió que le dejase la lista para verla en otro momento e ir poniéndose en tema.

Horacio habló de los tiempos de las personas en S. de C. que son ahora y no después del verano…que a lo que el ECM apuntaba era a pensar en acciones y “llevarlas a cabo” con ellos o sin ellos, con todo aquél dispuesto a hacer.

Habló Hernán del Frente de Artistas del Borda comentando las situaciones que se generaban en los Paradores, los que quedaban fuera, la competencia y las peleas por lograr una cama. Fue la primera vez que sentí, tanto a Lanús como a su ayudante escuchar con atención genuina, como así también a la chica que habló (Débora) y que tiene 4 ó 5 hijitos cuando comentó las increíbles respuestas que había recibido en ese lugar de Atención Inmediata (como por ej. “Que vaya y corte la Avenida si quería lograr algo”), siempre ayudada y asistida ante urgencias, únicamente por Amigos del Camino.

Si solo se trató de establecer un primer contacto para conocernos y luego comenzar a trabajar, creo que fue un objetivo logrado. Como tuve que retirarme antes no sé si se pudo concretar la fecha del próximo encuentro…

Teté Di Leo (Comedor El Gomero)


-- 
Coordinación 

      ECM